Iñaki LEKUONA
Periodista

Todo un tesoro

Dicen los estudios genéticos que no somos los vascos tan antiguos como se creían algunos. Sólo unos 7.000 años. Adiós a los anhelos separatistas. Tendremos que seguir compartiendo la eternidad con nuestros tutores franceses y españoles. Como los insolidarios catalanes, a los que, como todo el mundo sabe, solo les mueve la pela. A los españoles no, a esos les mueven a su antojo, como marionetas, los que tienen los bolsillos llenos a golpe de corruptela. Dicen los estudios filológicos que el euskara no es tan arcaico como se creían algunos. Adiós a los anhelos separatistas. Tendremos que seguir hablando en castellano y francés, porque el vascuence no es viejo, pero ni de lejos tan moderno.

Dicen unos estudios geológicos que en nuestro subsuelo, concretamente entre Itsasu y Sara, hay oro. Adiós a los anhelos separatistas. Francia no querrá ahora separarse de este pedacito de tierra a la que ha venido ignorando hasta el desprecio y a la que ha ofrecido como único reconocimiento institucional la posibilidad de conformarse en asociación de municipios.

Aun descartando incluso que los anhelos separatistas vengan de antiguo, ni los estudios más precisos podrán negar su existencia. No es genética. Ni siquiera lengua. Ni la perspectiva de un futuro dorado. Es identidad; que en los tiempos que corren es todo un tesoro.