Sesenta millones de personas son actualmente refugiados, solicitantes de asilo o desplazados dentro de sus países debido a conflictos armados y persecución, según reveló el jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, al inicio del comité ejecutivo de su organismo.

Conflictos antiguos siguen sin resolverse y quince nuevos han estallado en los últimos cinco años, mientras que el volumen de personas que pudieron ser repatriadas en 2014 –un total de 126.000– fue el más bajo de las últimas tres décadas.

Consecuencia del belicismo, el número de personas desplazadas a nivel mundial se cuadruplicó en el periodo 2010-2014, pasando de 11.000 a 42.500 por día, precisó. Solo la «megacrisis» causada por las interconexiones entre los conflictos de Irak y Siria ha empujado al éxodo a 15 millones de personas, sin olvidar que los enfrentamientos en África siguen forzando a cientos de miles de personas a dejar sus hogares.

Según el ACNUR, en los últimos doce meses 500.000 personas huyeron de Sudán del Sur, 190.000 de Burundi y unas 300.000 de Libia.

Yemen también se ha convertido en un foco de salida de refugiados, con 1,1 millones de personas que han huido en los últimos doce meses por el conflicto interno en este país. Frente al volumen de refugiados a nivel mundial, las plazas ofrecidas para reubicarlos representan una mínima fracción de lo que se necesita.

Guterres explicó que en 2014 se pudo reubicar a 100.000 personas, lo que correspondía al 15% de lo requerido. No obstante, advirtió de la falta de fondos.

«Ya no podemos cubrir ni tan siquiera los requerimientos absolutamente mínimos en materia de protección y de ayuda para sobrevivir», manifestó.

Anticipó que este año solo recibirán financiación por el 47% de lo requerido. «Nos enfrentamos a un dilema existencial en relación a nuestra capacidad de responder a las necesidades y pido a los donantes que nos ayuden a reducir este déficit antes de que termine el año. No necesito repetir el dramático impacto que el recorte de fondos tuvo para millones de refugiados y otros que dependen casi enteramente de la asistencia alimentaria y vieron sus raciones reducirse en un 34% en 2015», subrayó.

El recorte de la ayuda alimentaria que ofrecía Naciones Unidas en los campamentos y comunidades de acogida por falta de dinero, ha sido precisamente uno de los detonantes de la huida de los países de acogida.

En su último discurso como alto comisionado ante un comité ejecutivo del ACNUR –cargo que dejará al concluir este año–, Guterres recalcó que para solucionar la crisis actual es fundamental «una relación positiva entre Occidente y los mundos musulmanes». A este respecto, señaló que el rechazo a los refugiados musulmanes a causa de su religión es «la mejor propaganda que necesitan los grupos extremistas para atraer a nuevos seguidores jóvenes hacia el terrorismo». Sectores políticos influyentes en varios países europeos han reclamado que solo se acepte como refugiados a cristianos y que se rechace a los que profesen la fe musulmana.

«Una Europa que defiende sus valores fundadores de tolerancia y apertura, recibiendo a refugiados de todas las religiones, debilitará los argumentos de grupos extremistas», recalcó Guterres. Sostuvo que es urgente contrarrestar la islamofobia.

«Causa conmoción la hostilidad que aquellos que huyen de la guerra encuentran en lugares donde pensaron que estarían seguros», señaló.

Bruselas y la OIM abogan por superar miedos y estereotipos

El vicepresidente primero de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, consideró que la UE debe hacer entender a su opinión pública que la inmigración es beneficiosa para las sociedades de acogida. «Ahora, de golpe, tras siglos de ser un continente de emigrantes, Europa ve que es uno de acogida, es un cambio enorme», subrayó. «Si eso se combina con que las clases medias tienen la sensación de pérdida de posición, que no pueden subir socialmente, y si lo combinas con los problemas de integración de la segunda generación en algunos casos, entonces tienes este cóctel envenenado de miedo», advirtió. «Los europeos tienen miedo de la diferencia, del hecho de que tres cuartas partes de los que están llegando sean musulmanes. Los políticos tenemos que ser más claros y señalar los beneficios, y recordar que Freddie Mercury era un refugiado y que Zlatan Ibrahimovic también, porque el miedo tiene esa increíble capacidad de bloquear el resto», manifestó.

El director general de la OIM, William Swing, abogó por «superar el miedo, ir más allá de los estereotipos» y fomentar«los valores compartidos».GARA

Grecia habilita autobuses para trasladar a los migrantes que llegan a centros deportivos

Las autoridades de Grecia han decidido trasladar en autobús a los refugiados y migrantes que a diario llegan a distintas plazas del centro de Atenas hacia los centros deportivos en la periferia de la ciudad.

Con esta medida, que incluye varios trayectos de autobuses, buscan reubicar rápidamente a las personas que desembarcan en El Pireo, en su mayoría afganos y sirios, y así evitar congestiones en las plazas, parques y calles del centro de la capital griega.

«Desde el domingo se trasladan a diario aproximadamente 200 refugiados y migrantes hacia las instalaciones deportivas que han sido adecuadas para su asentamiento temporal», indicó ayer el secretario general del Ministerio de Política de Migración, Vassilis Papadopulos.

El Ayuntamiento de Galatsi, un barrio periférico en el que se ubica uno de los polideportivos, informó de que al menos 970 personas se han instalado ya allí, una instalación de 2.500 metros cuadrados que estaba en desuso desde hace 11 años.

Si bien en este centro de paso no se necesita ni ropa ni comida, durante los próximos 20 días «sí hay necesidad de voluntarios para la distribución de ayuda», alertó uno de los responsables del Ayuntamiento.

En Tesalónica, las ONG UDI y ARSIS están repartiendo alimentos y artículos para la higiene personal donados, pero sobre todo ropa de abrigo (chaquetas, abrigos y gabardinas). Con la llegada del invierno, las personas que se dirigen hacia los Balcanes tendrán que hacer frente a condiciones más duras.

En Idomeni, un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha intervenido en la construcción de un campamento de tránsito con capacidad para más de mil personas. Ha instalado cuatro tiendas de 240 metros cuadrados y otras dos de 45 metros cuadrados, que se emplean para facilitar atención médica. El campamento también está equipado con instalaciones de suministro de agua y saneamiento.GARA