Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
informe sobre la incineradora vizcaina

Zabalgarbi, una década quemando basuras y taponando el reciclaje

Zabalgarbi es una instalación que genera un gran impacto ambiental, valoriza los residuos de una forma muy poco eficiente y además no es sostenible económicamente. La incineradora, que cumple diez años, no sale bien parada en un informe elaborado por Ekologistak Martxan, que lamenta que Bizkaia ha perdido una década en esta materia.

Si Zabalgarbi necesita basura, ¿para qué y por qué reciclarla y aprovecharla? La pregunta, tan retórica como clarificadora, la lanza Ekologistak Martxan en un informe elaborado con motivo del décimo aniversario de la puesta en funcionamiento de la incineradora. Una década que el organismo ecologista considera perdida para la puesta en marcha de otros sistemas de gestión y tratamiento de residuos más respetuosos con el medio ambiente, la salud y la normativa medioambiental europea.

Como consecuencia de que en este tiempo en Bizkaia no haya habido más alternativa que la incineración, señalan los autores del documento, este herrialde presenta un porcentaje del 40% de reciclado de residuos sólidos urbanos (RSU), lejos del 50% que la Unión Europea exige para 2020, y más alejado todavía del 70% recomendado para 2030. En paralelo, Bilbo se halla a la cola en recogida selectiva entre las capitales vascas.

Gases de efecto invernadero

Ekologistak Martxan denuncia, como viene haciendo durante años, que Zabalgarbi «presenta un gran impacto ambiental, valoriza los residuos de una forma muy ineficiente y además no es sostenible económicamente». Una crítica general que el informe concreta en varios puntos, a cada cual más elocuente.

Apunta en primer lugar que la incineradora bilbaina es la quinta instalación en emisiones de gases de efecto invernadero de la CAV, según datos oficia- les –después de la refinería de Petronor, la central de ciclo combinado de Bahía de Bizkaia, la depuradora de Galindo y la cementera Rezola del barrio donostiarra de Añorga–, aunque sería la tercera atendiendo a las emisiones reales, que incluyen el CO2 de origen biogénico.

Se señala asimismo que la valorización material de residuos es «muy escasa», solo de chatarras metálicas, y muy inferior a lo que se podría valorizar si los residuos incinerados fueran recogidos de forma selectiva y tratados adecuadamente.

En tercer lugar, el documento recuerda que la incineración en Zabalgarbi da lugar a un flujo de escorias de casi 45.000 toneladas/año, que no son recicladas sino que acaban en un vertedero de residuos no peligrosos. A este respecto, Ekologistak Martxan pone en duda que esas escorias tengan acreditada la condición de residuo no peligroso y cree que deberían ser gestionadas como residuo peligroso.

Sin valorización energética

También se explica que la valoración energética de los residuos incinerados en Zabalgarbi se realiza a través de un ciclo combinado a gas natural integrado al horno de incineración, y que dicha valoración requiere del funcionamiento del ciclo de generación eléctrica que aprovecha el calor de los residuos. Pues bien, según el informe, el análisis de diversas fuentes de datos demostraría que la planta ha estado incinerando residuos durante largos periodos de tiempo sin generación eléctrica y que, por tanto, los residuos incinerados en esos periodos no pueden ser considerados como valorizados energéticamente.

Asimismo, se indica que una gran parte de la electricidad generada tiene su origen en el gas natural –en torno al 70%–, mientras el 30% restante correspondería a los residuos incinerados, siempre que el horno esté incinerando residuos y el calor desprendido llegue a la unidad de generación eléctrica, ya que los datos indican que en algunos años las horas de generación eléctrica han sido superiores a las de funcionamiento del horno de incineración. Además, en 2006 hubo periodos en los que una avería de la turbina de vapor impidió cualquier aprovechamiento de la energía de los residuos; pese a ello, la planta siguió generando electricidad con la turbina de gas natural.

Todo esto no tendría mayor importancia –no está prohibido generar electricidad a partir de gas natural– si no fuera porque Zabalgarbi es una instalación que se ha beneficiado desde su inicio de las primas de Régimen Especial, que en algunos años podrían haber superado los 17 millones de euros. Unas primas que, censura Ekologistak Martxan, ha estado percibiendo por una electricidad que en un 70% provenía del gas natural –y en 2006 seguramente sin aportación de los residuos incinerados, pues la turbina de vapor estaba averiada– y con una eficiencia menor, de más de 10 puntos porcentuales, a la de otros ciclos combinados del entorno.

Es por ello que el organismo ecologista cuestiona la percepción de estas primas, y exige al menos su publicidad, así como su consideración a la hora de llevar a cabo una adecuada estimación de los costes de incineración de residuos en la planta.

Ekologistak Martxan explica que estas cuestiones han sido trasladadas mediante solicitudes de información tanto a la Diputación de Bizkaia –accionista en un 30% de Zabalgarbi– como a Lakua –promotor y accionista a través del EVE– para que las aclaren, pues son responsables de la gestión de los residuos sólidos urbanos en Bizkaia y del control ambiental de las instalaciones industriales en la CAV. Y lamenta que las respuestas obtenidas en los últimos meses no han aclarado sus dudas.

 

Piden a los grupos del Parlamento y JJGG control e interpelación

Ante la insuficiencia de las respuestas de la Diputación de Bizkaia y el Gobierno de Lakua, Ekologistak Martxan emplaza a los grupos con representación en las Juntas Generales y en el Parlamento de Gasteiz a que, «en su responsabilidad de control de la acción de gobierno», interpelen a los ejecutivos autonómico y del herrialde respecto a una serie de cuestiones.
En primer lugar, señala que las caracterizaciones semestrales de las escorias de combustión que deben dar cumplimiento al primer párrafo del apartado D.5.2. a) de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) de Zabalgarbi –en ese apartado se fijan las condiciones para que las escorias sean consideradas residuo no peligroso– son «imprescindibles» para determinar si, efectivamente, no tienen peligro, o si por el contrario deben ser gestionadas como peligrosas. Los autores del documento tienen «fundadas sospechas» de que esas caracterizaciones no existen.
En segundo lugar, pide que se informe sobre los registros horarios, en todos los años, del funcionamiento del horno-caldera (foco 1), de la caldera de recuperación (foco 2) y de las generaciones eléctricas de la turbina de gas y de la turbina de vapor, al objeto de poder clarificar si los residuos incinerados lo han sido con valoración energética, y si la generación eléctrica se ha realizado con valoración energética de los residuos incinerados. Ekologistak Martxan cree que esta información debe estar incluida en el Programa de Vigilancia Ambiental de la AAI de Zabalgarbi.
Además, este organismo también quiere información sobre las primas recibidas por la planta en aplicación de los decretos que han regulado la producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogerenación y residuos.I.B.

 

Dudas sobre la viabilidad de una planta primada en exceso

La sostenibilidad económica de la planta de Zabalgarbi es uno de los temas que se aborda en el informe, y la conclusión de Ekologistak Martxan es que esa variable habría cambiado «radicalmente» sin las primas que la incineradora ha recibido en todos estos años. Un soporte económico, además, inmerecido a juicio del grupo ecologista, que considera que Zabalgarbi se ha beneficiado «enormemente» de un sistema de primas a la electricidad generada a partir de fuentes renovables y residuos que, en realidad, ha primado la electricidad generada en gran medida, y a veces exclusivamente, a partir de gas natural, con unas eficiencias «muy inferiores» a las de otros ciclos combinados.

Para llegar a esa conclusión, recuerda que Zabalgarbi tiene una potencia instalada de 99,5 megavatios (MW) y que sería una instalación del grupo c.1 del Real Decreto 661/2007, que incluye las centrales que utilizan como combustible principal residuos sólidos urbanos. Además, le sería de aplicación la normativa sobre inslataciones de potencia instalada mayor de 50 MW y no superior a 100 MW. Todo esto quiere decir –el informe cuenta con abundantes referencias legales– que Zabalgarbi se ha beneficiado desde su implantación hasta la actualidad del sistema de primas a la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, cogerenación y residuos, y las ha percibido por generar electricidad a partir de residuos. Pero para ello se ha tenido en consideración toda la electricidad creada y no solo la generada a partir de los residuos. De hecho, según el documento, en la planta se habría primado electricidad aun cuando no se ha generado nada a partir de la valoración de residuos, como sería el caso en 2006, cuando la turbina de vapor –necesaria para la valoración energética de los residuos– sufrió una avería.

Por si fuera poco, si hasta 2013 esta instalación ha sido retribuida en función de la electricidad generada, percibiendo por tanto menos prima si generaba menos electricidad, desde el segundo semestre de ese año la retribución es directamente proporcional a la potencia instalada, independientemente de la generada, lo que beneficia sobremanera a Zabalgarbi.I.B.

EN CIFRAS

2030

Es el año en el que la UE recomienda una tasa de reciclaje de residuos urbanos del 70%. Además, exige un 50% para 2020 a sus estados miembros. En estos momentos en Bizkaia apenas se recicla un 40% según el informe de Ekologistak Martxan.

45.000

Es el número de toneladas de escorias generadas al año por la incineración de residuos en Zabalgarbi. Pese a lo que sostiene la Diputación, el organismo ecologista denuncia que no son recicladas sino que acaban en un vertedero.

17

Son los millones de euros que en concepto de primas del Régimen Especial podría haber recibido Zabalgarbi algunos años, pese a que un 70% de la electricidad generada proviene del gas natural.

99,5

Zabalgarbi tiene una potencia instalada de 99,5 KW. Según los datos del informe, entre 2007 y 2012 en la mayor parte de las horas estuvo programada para generar una potencia en torno a 90 KW. A finales de 2013 pareció funcionar en torno a 80 KW, y en 2014 la planta vizcaina ha estado funcionando con una potencia de generación de unos 70 KW.