Ion SALGADO
GASTEIZ
Elkarrizketa
MOHAMED SIDATI
MINISTRO PARA EUROPA DEL FRENTE POLISARIO

«La estabilidad del Magreb pasa por solucionar el conflicto del Sahara»

Mohamed Sidati denuncia la vulneración de derechos que padece la población saharaui, y reclama una solución «justa y duradera» para el Sahara Occidental. También critica la posición de los estados español y francés, aliados de Marruecos.

Han pasado cuarenta años desde la invasión marroquí. ¿Cuál es la situación actual del pueblo saharaui?

La población saharaui en los territorios ocupados vive bajo un yugo colonial marcado por el expolio de los recursos naturales, y el despliegue de un dispositivo policial y militar cinco veces superior a la población civil saharaui, reducida a una minoría en su propio territorio. Las autoridades marroquíes utilizan todos los métodos, incluidos el coercitivo, para impedir la libertad de expresión, la libertad de movimiento y la libertad de asociación de los saharauis. Diariamente hay violaciones graves de derechos humanos. En Dajla, como consecuencia de una manifestación encarcelaron a seis chicos saharauis que fueron sentenciados a seis meses de cárcel. Y otra persona ha sido sentenciada por haber revelado los lugares donde se encuentran las fosas comunes de los crímenes cometidos por Marruecos. La situación de los territorios ocupados es una situación intolerable. Vivimos una situación de estado de sitio.

¿Pesan los años de exilio en los campos de refugiados?

En los campamentos, como en el resto del Sahara, los saharauis que han creído en la vía pacífica se sienten frustrados, incluso engañados por la comunidad internacional y por la ONU, que se comprometió a organizar un referéndum de autodeterminación y no lo implementaron. Cedieron ante la presión y el chantaje del Reino de Marruecos de manera que la situación está estancada. Las perspectivas para una solución pacífica están cada vez más debilitadas, lo que implica que en cualquier momento la violencia armada puede estallar. Y eso evidencia el fracaso de la comunidad internacional y del Consejo de Seguridad de la ONU, que se han dejado llevar por las posturas francesas y españolas, favoreciendo a Marruecos.

En el marco de la Asamblea General de la ONU, el rey marroquí advirtió de que no permitirá que nadie ponga en cuestión la integridad de Marruecos.

Eso forma parte de la retórica de rey marroquí, y demuestra la intransigencia de Marruecos con la ONU y su rechazo a una solución pacífica del conflicto en base al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Los saharauis no aceptaremos la postura inmóvil de Marruecos, y eso significa que se puede reanudar la violencia. Y no creo que Marruecos pudiera ganar la partida si es el caso.

Rabat cuenta con el apoyo de países occidentales, e incluso ha vetado la apertura de un Ikea por el reconocimiento de Suecia al Sahara.

Suecia manifestó su intención de establecer relaciones diplomáticas con la RASD, tal como dictaminó su Parlamento. Y Marruecos, dentro de su política de chantaje y de presión, está utilizando todos sus medios a su alcance para impedir este hecho, y utilizan a países miembro de la UE, en particular Francia y España. Pero yo confió en que Suecia tendrá el coraje y la valentía de respetar la decisión de su Parlamento y procederá, tarde o temprano, al reconocimiento de la república. Marruecos está haciendo un show, muestra de su nerviosismo y del pánico. Espero que esto no influya sobre la política exterior de un país democrático, como es Suecia.

El Parlamento Panafricano insta a tomar «medidas prácticas» para garantizar el derecho del Sahara a la autodeterminación. ¿Qué «medidas prácticas»?

La Unión Africana ha tomado la decisión de trabajar para resolver el conflicto del Sahara Occidental. La última decisión que tomaron fue la exigencia a la ONU de establecer un calendario que incluya la celebración de un referéndum en el Sahara Occidental, recordando que solo a través de la expresión libre y democrática del pueblo saharaui se puede lograr la paz en el Sahara. En este caso, la UA ha designado un enviado especial para el Sahara Occidental, se trata del expresidente de Mozambique, el señor Joaquim Chissano. La UA está contribuyendo de manera activa en la solución del problema, y ahora falta que la ONU trabaje con la UA para lograr una solución.

¿Pero cuáles pueden ser las medidas de las que habla el Parlamento Panafricano?

Lograr que se fije un calendario para el referéndum y lograr la implicación de la ONU.

¿Cómo interpreta la orden de expulsión del Gobierno español contra Hassanna Aalia?

Hassanna Aalia vive bajo la amenaza de un decreto de expulsión. Su caso es una muestra de la precariedad en la que se encuentran los saharauis, una ilustración de la situación en la que se encuentran los defensores de los derechos humanos en el Sahara Occidental ocupado por Marruecos. Lo que está ocurriendo con Hassanna es un crimen, el derecho al asilo debe ser garantizado, sobre todo por España, porque sabe que si este chico vuelve al Sahara cumplirá una cadena perpetua. Creo que con esta postura España está intentando disuadir a otros activistas, y eso es algo negativo, porque España debería ser la segunda patria para los saharauis.

¿Tienen miedo de la proliferación de grupos yihadistas en el norte de África?

Los movimientos terroristas son muy activos, y tienen como objetivo al Frente Polisario. Aquí todavía recuerdan a las cooperantes secuestradas. Estamos en el ojo del huracán, porque el Frente Polisario y la RASD son laicos. Los yihadista amenazan a toda la región, y son activos en Libia, en el sur de Mali, en el norte de Níger… pero los campamentos de refugiados del Sahara Occidental están protegidos por el Ejército saharaui. No obstante, es cierto es que este movimiento puede desestabilizar toda la región, y por eso debemos romper con el discurso que está intentando desarrollar Marruecos. Un discurso falso, según el cual si la monarquía pierde el Sahara aumentaría la inestabilidad. La mejor garantía para la estabilidad del Magreb es la solución justa y duradera del conflicto del Sahara. Estamos colaborando con Argelia, Túnez y Mauritania para mantener lejos a los grupos yihadistas.

 

Las inundaciones agravan la situación de los saharauis

Las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de los últimos días, que han estado acompañadas de fuertes rachas de viento, han agravado la crisis humanitaria en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, situados en una zona desértica y que acogen a unas 168.000 personas obligadas al exilio, donde los daños materiales están siendo muy cuantiosos. Las autoridades saharauis y la Media Luna Roja Saharaui (MLRS) ya han solicitado ayuda urgente a los países donantes, organizaciones internacionales, ONG y movimiento solidario, pero en especial a Argelia, donde están ubicados los campamentos, y al Estado español, responsable de la situación que vive el pueblo saharaui.

La lluvia, habitualmente una bendición en el desierto, la caído con tal intensidad que ha provocado pérdidas sobre todo en las wilayas (distritos) de Dajla y Auserd, donde unas dos mil jaimas de tela y frágiles casas de adobe, incluidas infaestructuras como escuelas, dispensarios y hospitales, se han venido abajo o han sufrido graves daños. Además, el agua ha destruido toda la ayuda alimentaria que había sido enviada a principios de octubre por las organizaciones internacionales.

Un responsable de la MLRS señaló que la wilaya de Dajla se puede considerar «zona en desastre», mientras el Ministerio saharaui de Salud Pública advirtió que «el agua resultante de las inundaciones puede ser muy dañina», por lo que instó a los refugiados a prestar mucha atención para evitar neumonías, diarreas y enfermedades de la piel.

Los residentes en los campamentos se trasladaron a zonas más elevadas ante la previsión climatológica que anunciaba un empeoramiento para hoy tras el paréntesis vivido ayer.

Ante este desastre, colaboradores del Maratón del Sahara se han puesto en marcha para ayudar en la reconstrucción de las estructuras básicas más dañadas de los campamentos de Tinduf, tras las lluvias torrenciales, las más intensas de los últimos cuarenta años.GARA