GARA
BRUSELAS

Cólera israelí por la obligación de etiquetar productos de las colonias

La Unión Europea ha hecho obligatoria la identificación de los productos israelíes fabricados en sus colonias, lo que provocó la cólera sionista. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a aludir al nazismo y opinó que la UE «debería sentir vergüenza», mientras la OLP consideró que se trata de un paso correcto, pero insuficiente.

Los productos originarios de las colonias israelíes en Palestina deberán estar identificados en la Unión Europea, que ayer aprobó la puesta en marcha de esta medida, retrasada durante meses y que llega cuando el territorio palestino se ha visto reducido a pequeñas «islas» entre las que los palestinos apenas controlan el 15% y no pueden moverse sin el control israelí.

La norma obliga a la industria alimentaria y de distribución a que los productos procedentes de territorios ocupados en 1967 (Cisjordania, Jerusalén Este y el Golán sirio) no se identifiquen como israelíes y dejen clara su procedencia. La OLP saludó «un paso en la buena dirección», pero «insuficiente por cuanto los productos de las colonias, hechos con recursos naturales de tierras robadas, constituyen un crimen de guerra, deben ser prohibidos y no simplemente etiquetados», según el portavoz Xavier Abu Eid.

«Lo consideramos un paso significativo hacia el boicot total de los asentamientos israelíes, que están construidos ilegalmente en tierras palestinas ocupadas», señaló el negociador palestino Saeb Erekat, que agregó que «hacen falta más acciones para hacer a Israel responsable de los crímenes que continúa cometiendo contra la tierra y el pueblo de Palestina».

Por el contrario, la irritación sionista fue evidente. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, usó su habitual retórica al recordar «una época en la que los productos de los judíos eran etiquetados» y afirmó que la UE «debería sentir vergüenza».

El jefe de la misión israelí ante la UE, David Walzer, indicó que Israel puede cambiar la «buena opinión» que tiene de la postura europea sobre el problema palestino y el Gobierno israelí advirtió, además, de que la decisión tendrá «consecuencias». Otros representantes políticos se sumaron a las críticas aludiendo al «odio contra Israel» o la «recompensa al terrorismo».

Frente a la cólera sionista, la UE se esforzó en minimizar el alcance de su gesto. «Es una cuestión técnica, no una posición política», insistió el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, recordando que la UE no apoya «ninguna forma de boicot o de sanciones contra Israel».

Y es que más que su impacto sobre la balanza comercial, el Gobierno sionista teme que la medida apoye y anime al movimiento internacional BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones) que cuenta un creciente seguimiento. Precisamente, ayer, el Parlamento israelí aprobó de forma preliminar una ley que prohíbe la entrada en el país a cualquier persona que apoye el boicot.

El comité nacional palestino del BDS se alegró de la decisión, que muestra que los gobiernos europeos «reaccionan a la opinión pública y a las campañas de la sociedad civil».

Al menos once heridos en el campo de refugiados de Qalandiya

Al menos once palestinos resultaron heridos en una operación de las fuerzas de seguridad israelíes en el campamento de refugiados de Qalandiya, cerca de Ramallah. Los soldados abrieron fuego por la resistencia durante una redada, según la versión israelí. Entre los heridos hay uno de gravedad. Además, cerraron y registraron tiendas y viviendas en Huwwara, cerca de Nablús, y en el campo de refugiados de Al-Arrub, cerca de Hebrón, donde también se produjeron enfrentamientos.GARA