Raimundo Fitero
DE REOJO

Contrastes

Las ocurrencias que se mandan por las redes mientras se está viendo un programa televisivo están alcanzando categoría de género. Existen mediciones de los impactos en las redes de los programas televisivos que no siempre tiene relación matemática con las audiencias. Se sobreentiende que los usuarios de varias pantallas a la vez, el teléfono, la tableta u ordenador y la tele son los nacidos en la era digital y que los analógicos aunque hayan hecho la migración, no están tan pendientes de que se conozca su opinión sobre lo que pasa en el electrodoméstico esencial fuera de su entorno inmediato. Un mundo lleno de contrastes.

No solamente estas mediciones se aplican a los programas televisivos, también radiofónicos. Lo bueno es que muchas de estas intervenciones saltan a los medios, se difunden y crean un foco informativo o de debate. Sabemos de lo escrito por Iñaki Oyarzabal, viendo el programa de Évole, acusando de que se estaba impartiendo “espíritu marxista”. La contestación fue inmediata: «siempre puedes poner Gran Hermano». Una recomendación que viene muy al hilo de lo que sucede en la banda del PP, ya que su líder anticarismático, Rajoy no se atreve a acudir a un debate a cuatro en televisión, pero se dedica a hacer de comentarista radiofónico de partidos de la Champions, en cadenas de su doctrina, por supuesto. Y para terminar este repaso, sale Bertín Osborne diciendo que la dirección de TVE le prohibió taxativamente entrevistar a Pablo Iglesias. Si Bertín lo dice, será verdad. Y una denuncia de censura es tratada como un chiste malo. Los que sí van a ser entrevistados, ¿no tienen nada que decir? No entiendo mucho, pero TVE, hasta el día de hoy, es pública, y esto está muy feo. Por mucho que sea lo que se hace siempre en ese nido de ultras, ¿nadie alza la voz? Aunque sea en las redes de manera retórica, digo yo.