No hubo sorpresas en el pleno extraordinario del Consistorio bilbaino y el equipo de Juan Mari Aburto logró sacar adelante el proyecto de presupuestos para 2016, que asciende a 509,8 millones de euros. El dictamen se aprobó con los votos a favor de los 13 ediles del PNV y 4 del PSE mientras que los 8 corporativos de EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao lo rechazaron.

El PP se abstuvo como respuesta a que el Gobierno PNV-PSE hubiera pactado con ellos 15 de las 34 enmiendas propuestas por un valor de 975.000 euros. Su portavoz, Luis Eguiluz, lo definió como «apoyo crítico» y dijo que «el progreso de Bilbao viene de la mano del acuerdo entre diferentes».

Para EH Bildu, el acercamiento entre PNV, PSE y PP «evidencia quiénes son los que defienden el modelo de la derecha y quiénes apostamos por la transformación política y social». «Hasta mayo –señaló su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga– éramos solo cuatro los que aquí defendíamos el cambio y otra forma de hacer política, y ahora ya podemos decir que somos el doble mientras que ustedes pierden terreno».

Ibaibarriaga dijo que las cuentas que se iban a aprobar son «más de lo mismo y desde luego, ni las personas ni sus derechos son una prioridad». Desde la primera fuerza de la oposición acusaron al equipo de gobierno de buscar solo «apuntalar la vieja política y sus habituales prácticas de gobernar», en clara referencia a la decisión de PNV y PSE de copar todos los consejos de empresas y a la abultada nómina de asesores y cargos de confianza de ambos partidos. La coalición logró que se le aceptaran 3 de las 115 enmiendas parciales, referidas a nuevas actuaciones de emergencia social, vivienda de alquiler y euskara, por valor de 375.000 euros. Algo más de dinero que a Udalberri, quien logró incluir 2 de sus 34 propuestas, en relación a un plan de empleo para mayores de 45 años y a un plan de retorno de la juventud emigrada, por un total de 100.000 euros. Por el mismo importe fue la enmienda aceptada de Goazen Bilbao, destinada a incrementar el programa de cooperación al desarrollo.

Carmen Muñoz, de Udalberri, hizo hincapié en la «brecha» entre mujeres y hombres parados, poniendo el foco también en la desigualdad entre barrios, calificando el desequilibrio tras analizar el Plan Auzokide de «escalofriante».

Al igual que EH Bildu y Udalberri, desde Goazen Bilbao, Francisco Samir Ladhou estimó que el Gobierno Aburto «ha perdido una oportunidad de imprimir un cambio de dirección profunda para paliar las desigualdades cada vez más evidentes en la villa».

Al ver aprobadas las cuentas, el primer edil manifestó que asumían «estos primeros presupuestos con el compromiso de seguir sumando voluntades y consensos, seremos ambiciosos y nos centraremos en nuestras tres prioridades: empleo, actividad económica y bienestar».