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ANKARA-BRUSELAS

Nueva tragedia en las costas turcas en víspera de la cumbre UE-Turquía

Una nueva tragedia tuvo lugar ayer en las costas turcas con el naufragio de dos embarcaciones y la muerte de al menos seis niños, mientras la Unión Europea y Turquía ultiman la celebración mañana de una cumbre en Bruselas en la que está previsto que los Veintiocho, que se muestran divididos en relación a las concesiones políticas y económicas a hacer, buscarán la colaboración de Ankara en la respuesta a la crisis de los refugiados que vive Europa.

Al menos seis niños murieron ahogados ayer frente a las costas turcas del mar Egeo al naufragar dos embarcaciones de refugiados que intentaban alcanzar las islas griegas en su periplo hacia Europea huyendo de la guerra y la violencia.

Cuatro de las víctimas, de nacionalidad afgana, fueron encontradas en una playa del distrito de Ayvacik, en el noroeste de Turquía, precisó la agencia de prensa Dogan.

Los niños habían embarcado en una lancha neumática que se hundió cuando se dirigía a la isla griega de Lesbos. Los otros 51 pasajeros, sirios y afganos, fueron rescatados por los guardacostas, según la agencia.

Los otros dos niños de origen sirio identificados como Divel Halil Hussein y Beren Halil Hussein, hermanos de uno y cuatro años de edad, murieron frente a la turística localidad turca de Bodrum (oeste), al naufragar otra embarcación que se dirigía a la isla griega de Kos, anunció la agencia turca Anatolia. Los otros 17 pasajeros fueron rescatados sanos y salvos.

Más de 500 niños

Según datos de la ONU, desde el comienzo del año, más de 650.000 migrantes –solo en lo que va de noviembre más de 110.000–, en su mayoría refugiados sirios, se han aventurado a atravesar el mar desde las costas turcas para alcanzar las islas griegas del Egeo, puerta de entrada a la Unión Europea (UE). En el mismo período, más de 500 de ellos, en su gran mayoría niños, han muerto, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La disminución en las llegadas registrada a principios de esta semana fue solo pasajera, ya que de nuevo miles de personas desembarcaron en las costas griegas el martes (3.526) y miércoles (5.140).

Los naufragios de ayer se produjeron a dos días de que los líderes del bloque comunitario y el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, se reúnan el Bruselas con motivo de la cumbre extraordinaria para buscar cómo frenar el flujo de refugiados a la UE, una de cuyas puertas de entrada es Grecia, a donde miles de refugiados llegan tras cruzar el Egeo desde las costas turcas. Frenar el flujo es el objetivo de Europa, pero Turquía pretende lograr un estímulo a su proceso de adhesión.

Bruselas está negociando con Ankara un «plan de acción» que busca el compromiso de Turquía, que acoge a más de dos millones de refugiados sirios, para que los mantenga en su territorio a cambio de ayuda financiera, la liberalización del régimen de visados para los ciudadanos turcos y un impulso a la candidatura turca de adhesión a la UE, a la que Grecia y Chipre son reticentes. Porque acoger a más solicitantes de asilo o evitar la salida de los que ya están en Turquía tiene un costo que Ankara no quiere soportar en solitario

«Queremos que haga más»

Berlín dijo ayer que ve factible convencer a Turquía para dar una respuesta coordinada a la crisis de los refugiados si Europa presenta una buena contrapartida que incluya ayuda económica y la intensificación del diálogo político, al considerar que Ankara tiene un interés estratégico en «revitalizar sus relaciones con los Veintiocho en varios ámbitos. «Queremos que Turquía haga más», sostuvo.

Pero los Veintiocho siguen divididos sobre el alcance de sus promesas y sobre las condiciones para aplicarlas.

«No queremos sentarnos a discutir con Turquía haciéndoles creer que son nuestra última oportunidad», sostuvo recientemente el primer ministro húngaro, Viktor Orban.

Recientemente, la UE criticó los «graves retrocesos» de la libertad de expresión en Turquía y «las faltas significativas» en el ámbito de la independencia de la Justicia. «Está fuera de cuestión liquidar» los principios de la UE en materia de derechos humanos «en el altar de las preocupaciones migratorias», insistió una fuente europea.

La UE prometió, en principio, 3.000 millones de euros en ayuda financiera, pero no se precisó si en uno o dos años, si será en fases. En cualquier caso, los estados miembros no deberán decidir mañana la delicada cuestión de la provisión de esos fondos. Bruselas propone destinar 500 millones de euros del presupuesto comunitario y pide a los socios que aporten el resto, algo con lo que la mayoría no está de acuerdo.