El cambio climático

Nuestro planeta está en constante evolución y ello da lugar a cambios que repercuten en nuestras vidas de forma natural, aunque sea de manera catastrófica, como ocurre con la erupción de los volcanes o los terremotos. También el clima ha sufrido cambios significativos en distintas etapas de la transformación de la Tierra. Por ejemplo, la primera gran glaciación se registró hace unos 2.200 millones de años. Por entonces no había rastro de la especie humana sobre la superficie terrestre; es más, probablemente todavía no habían surgido los primeros seres vivos, la vida propiamente dicha.

La preocupación sobre «el cambio climático», tan extendida en la actualidad, está centrada en el impacto que la actividad humana tiene en la natural evolución medioambiental. Y el gran reto que han puesto sobre la mesa la comunidad científica –aunque en su seno no haya unanimidad total– y un amplio espectro de organizaciones no gubernamentales es poner freno a unos cambios que se producen a un ritmo cada vez más vertiginoso.

El deshielo del Ártico abre un nuevo frente geopolítico

En apenas tres décadas, la banquisa del Ártico ha perdido cerca de un 30% de su superficie, lo que ha dado lugar a que aumente la tensión entre los estados ribereños, que han asumido aquello de que «no hay mal que por bien no venga». Están en disputa los recursos minerales –las prospecciones petrolíferas no cesan– y las nuevas vías de transporte marítimo.

Incremento del régimen de precipitaciones

Si se mantiene el actual ritmo de calentamiento, prevén el aumento de las precipitaciones en las latitudes medias y altas del hemisferio norte, es decir, de Norteamérica y de Eurasia. Al mismo tiempo, disminuirá en las zonas subtropicales y tropicales. Euskal Herria se encuentra ubicada a medio camino, al norte de la región subtropical.

Huracanes y tifones cogen más fuerza

En las últimas convenciones sobre el clima auspiciadas por Naciones Unidas, países como Filipinas o México han advertido de que los tifones y huracanes que azotan estas regiones son cada vez más virulentos. El calentamiento global provoca el aumento de fenómenos extremos.

El nivel de los mares se eleva a un ritmo de 3,3 milímetros al año

Distintos factores ligados al incremento de la temperatura global –entre ellos, la propia dilatación térmica del agua o el deshielo en los casquetes polares y en Groenlandia– está provocando la elevación del nivel de los mares, que en los últimos veinte años se produce a un ritmo de 3,3 milímetros por año, con el consiguiente retroceso de las costas.

Los glaciares se derriten y las zonas más cálidas se sumergen en la sequía

Cada vez son menos las cumbres que permanecen nevadas perpetuamente y son más los glaciares de alta montaña que van menguando, en muchos casos hasta desaparecer. El aumento de la temperatura también se está notando en zonas como California y la Cuenca Mediterránea, cada vez más áridas, donde las consecuencias son sequías más largas y más frecuentes que reducen el caudal de los ríos.

La COP21 se pone en marcha en París tras los atentados del 13-N

La XXI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COP21) organizada por la ONU arrancará hoy, ya que el grupo de trabajo encargado de consensuar un acuerdo universal, el ADP, decidió adelantar un día su cita en las afueras de París, en Le Bourget; mañana, lunes, se espera la llegada de muchos jefes de Estado y de Gobierno. La Marcha Mundial por el Clima también se dejará notar hoy en la capital francesa, pese a la prohibición de la manifestación tras los trágicos atentados del 13-N.

La acidez de los océanos

Es uno de los efectos del cambio climático menos conocido para el gran público. Una parte del dióxido de carbono (CO2) «sobrante» se acumula en los océanos, aumentando su acidez al disminuir su pH. Esto ataca especialmente a los corales y a miles de especies marinas, ya que perjudica la formación de esqueletos y conchas.