Maider IANTZI

EL LOBO SE TOPA EN EUSKAL HERRIA CON UN MURO PARA SU EXPANSIÓN

Haritzalde y el Grupo Lobo de Euskadi apoyan la iniciativa de pedir a Lakua la protección legal de este gran depredador e impulsan la recogida de firmas en Change.org. Aseguran que, a pesar de su importante papel en los ecosistemas, es vilipendiado en Euskal Herria.

La conferencia sobre la situación del lobo en Euskal Herria, organizada por Haritzalde Naturzaleen Elkartea y el Grupo Lobo de Euskadi, comienza con una fotografía en la que el animal posa majestuoso y refleja las luces y las sombras que le rodean. Los ponentes son Jorge Echegaray y Andrés Illana, del Grupo Lobo de Euskadi, ambos de Araba, donde se concentra la mayoría de estos grandes carnívoros.

Remarcan que estos son esenciales para mantener la biodiversidad, pero que en Euskal Herria, aunque es la única especie de estas características, el lobo es «vilipendiado y erradicado, ignorando todas las recomendaciones y obligaciones legales que lo protegen, así como su importante papel en los ecosistemas».

Echegaray señala en un mapa (que se puede ver en una de las fotografías de este reportaje) las diez poblaciones de lobo del continente europeo y se centra en Euskal Herria, situada en el límite del área de distribución del lobo ibérico desde hace 30 años. Esta población contiene aproximadamente 300 grupos reproductores de lobos y lleva aislada del resto de Europa varios siglos «por causas de origen humano».

«Euskadi es un territorio sumamente humanizado y su actividad es muy intensiva –explica–. Hay 300 habitantes por km2 y el 20,3% del territorio es parte de la Red Natura 2000. Hay 1.300 km2 con presencia de lobos, de los cuales 1.100 están en Araba. La humanización aquí es menor, con 105 habitantes por km2». Se pregunta «por qué quieren volver los lobos a Euskadi» e indica que una razón puede ser la generalizada distribución del corzo, con 2-14 ejemplares por km2 y aproximadamente 2.500 cazados por año. También la presencia del jabalí (se matan más de 4.000 al año). La distribución del ciervo es muy restrictiva, se centra especialmente en Gorbea. El número de ejemplares es muy pequeño, pero el de los cazados, elevado.

Plantea otras dos cuestiones: «¿Cuál es el coste económico por lobo en Euskadi?» y «¿es efectivo ese coste, es decir, asegura la conservación a largo plazo?». Conocer el número de ejemplares es complicado debido al carácter elusivo y críptico de este depredador. Se esconden y son perseguidos por las personas. Por eso, en el trabajo que comenzaron los miembros de Grupo Lobo de Euskadi en 2003 han utilizado métodos genéticos no invasivos. Entre 2003 y 2009 realizaron un muestreo no invasivo (con heces) en áreas con elevada presencia de daños del ganado. El resultado fue el siguiente: 272 heces recolectadas atribuidas a lobos y 181 identificadas con éxito, de las cuales 83 correspondían a perros, 82 a lobos ibéricos y 16 a zorros. Saben que hay al menos 35 lobos distintos durante 7 años (mínimo 4, máximo 10 anualmente) en 2.700 km2. La mayoría están fuera de Euskal Herria y la mayor parte de los perros, dentro.

Tras evaluar la dieta han visto que estos lobos y perros básicamente comen lo mismo, pero en distintas proporciones. El corzo aparece en mayores cantidades en la dieta de los lobos y la presencia del ovino, equino, vacuno y caprino es más importante en la de los perros. De estos descubrimientos surge una nueva pregunta: ¿están todos los ataques a la ganadería causados por lobos?

Sobre el coste económico de los lobos en Araba, Echegaray apunta que la incidencia en la cabaña ganadera es de un 0,44%. El porcentaje de ganaderos afectados en zonas de lobos es de un 4% y el impacto económico lobuno con respecto a la renta agraria alavesa es de un 0,03%. La incidencia socioeconómica es de medio millón de euros.

Del estudio realizado han concluido que los métodos genéticos no invasivos son muy interesantes y útiles; que no hay un asentamiento espacio-temporal continuo de unidades reproductoras de lobos en Euskal Herria; que el impacto lobuno podría estar sobreestimado y que se está ejerciendo una presión sobre una exigua población.

Solicitud de 25 colectivos

Andrés Illana hace hincapié en la solicitud que han realizado 25 colectivos a Lakua para que incluya al lobo en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas (CVEA). «Es la primera vez que ocurre y es un hito importante». Pero ¿por qué han pedido esto?

El experto indica que, en contra de lo que se cree, el lobo es una de las especies más estudiadas y existen abrumadoras razones para que forme parte de dicho catálogo: éticas, legales, ecologistas, económicas, sociales, estéticas, culturales, simbólicas… Según la Ley del País Vasco, el lobo es una especie autóctona, debe ser respetado como parte importante del patrimonio natural y, si su situación sigue así, es imposible su recuperación.

«Hay una expansión natural desde los Picos de Europa hacia los Pirineos que nos toca de lleno y tenemos una responsabilidad importante de dejarles pasar. Sin embargo, les ponemos una barrera». Y «tenemos sitio para ellos». De hecho, señala ocho áreas que reúnen condiciones óptimas para grupos reproductores: Ordunte, Salvada, Guibijo, Gorbeia, Badaya, Elguea-Urquilla, Entzia e Izki. «Los lobos matan ovejas, no lo negamos. Siguen al corzo, también al jabalí. Pero no han entrado por la oveja latxa», aclara.

Ante la idea de que no hay lobos en Euskal Herria, advierte de que no solo existen, también se matan. Desde 1987 hasta 2009 hay constancia de 264 batidas “legales”, además de al menos otros 44 lobos muertos. Aproximadamente el 90% de la mortalidad conocida es de origen humano. Un 40% han muerto ilegalmente, un 50% en batidas de control autorizadas y el resto, atropellados. Illana denuncia las muertes ilegales y también que casi todos los intentos de reproducción acaben con la erradicación.

Otro mito que quiere desmontar es el del peligro de plaga. «Hablar de control de la población es mentira, puesto que se controlan ellos mismos. No puede haber plagas de depredadores», zanja.

Cuando les preguntan por qué no está incluida la especie en el catálogo, los representantes del Grupo Lobo de Euskadi no saben qué responder. «No lo incluyeron porque ‘no había lobos’. Luego, citaron a las crías de Ordunte y dijeron que no porque estaban ‘en expansión’. Es la demagogia de las administraciones. Reivindican que quieren recuperar el Gran Corredor de Montaña uniendo el Cantábrico, los Pirineos y los Alpes, pero para el lobo no sirve. Si no está en el catálogo no es por razones científicas. Es una decisión política. La ley no lo discrimina y su situación es peor que la de la nutria o el águila real, que sí que están incluidos».

Los expertos aseguran que no vamos a tener una biodiversidad completa sin la recuperación de los grandes depredadores.