“Con el cambio, la Iruñea de todos”, este era el lema de la manifestación que partió ayer por la tarde desde la vieja estación de autobuses. La protesta fue impulsada por varios colectivos memorialistas, feministas y juveniles de Iruñea y nació en respuesta al resurgimiento de grupos integristas cristianos que la semana pasada se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea pidiendo el cierre de una exposición entre gritos de “Viva Cristo Rey”.

La exposición, que contiene una obra «blasfema» a ojos de sus detractores, lleva por título Desenterrados y aborda la represión tras el golpe de 1936. La muestra tiene un importante contenido simbólico, dado que se realiza en el Monumento a los Caídos que aún aloja la tumba del golpista Emilio Mola. El propio autor, Abel Azcona, quiso sumarse a la protesta retrasando su regreso a Nueva York, aunque aclaró que su presencia fue en calidad de «un ciudadano más». Según el artista, «la libertad de expresión ha de ser explorada, porque creemos en los derechos de las personas y de la gente». A su lado estuvo presente Olga Alcega, la presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados, que quiso demostrarle así su respaldo.

Karlos Otxoa, representante de las varias asociaciones memorialistas, leyó el texto final ante el Ayuntamiento y denunció que «el nacionalcatolicismo intenta planear por la ciudad de nuevo y con un claro objetivo: condicionar y derrocar las posibilidades reales de cambio». Ese manifiesto aseguraba también que «otra vez los fundamentalistas quieren imponernos sus doctrinas ya la vez arrebatarnos el presente y el futuro, como ciudadanos y como personas».

La protesta recorrió varias calles de la ciudad, sin que se corearan lemas ni consignas. Tampoco hubo gritos al término de la misma, sino que se cerró con un aplauso. En ella se pudo ver entre otros a los concejales Joxe Abaurrea y Patricia Perales.

Los integristas inician un sabotaje telefónico al Ayuntamiento y otra campaña contra el euskara

La plataforma integrista HazteOír ha abierto nuevas campañas contra el Ayuntamiento de Iruñea para intentar censurar la obra de Abel Azcona. Si antes organizó el envío masivo de correos a la dirección del Ayuntamiento, ahora lo que está impulsando es que la gente marque directamente al teléfono de atención del ciudadano. Durante la mañana de ayer, se recibieron más de 800 llamadas en este teléfono. El Ayuntamiento pudo hacer un muestreo de ellas y, entre las 12.00 y las 13.30 horas, hubo 78 llamadas de las que solo tres eran de vecinos de la ciudad. La mayoría eran personas de otras provincias, siendo Madrid el lugar desde el que se recibieron más telefonazos (16). También se registró a gente que llamó de otros países como Bélgica, Austria, Italia o Perú. La relativa poca presencia de vecinos en esta campaña también se refleja en los emails. Desde que esta web iniciara la campaña hasta el mediodía de ayer, se habían recibido 30.286 correos con el formulario de este sitio web, mientras que solo quince vecinos habían escrito mensajes para mostrar su preocupación por la exhibición de hostias supuestamente consagradas.

HazteOír, propiedad de Ignacio Arsuaga, acoge también una segunda campaña con una petición a Uxue Barkos que lleva por lema “No continúe con la euskaldunización de Navarra”. A diferencia de las dos anteriores que son impulsados por Arsuaga y su grupo (cuyo radicalismo ha hecho que varias diócesis rompan con ellos) esta última iniciativa la firma la plataforma Españoles de a Pie.A.I.