GARA
diyarbakir

Al menos dos muertos durante una carga de la Policía turca en Kurdistán

Dos jóvenes murieron por disparos durante una carga de la Policía turca contra una protesta por la implantación del toque de queda en el distrito de Sur, en la ciudad de Diyarbakir. Más de 50 toques de queda han militarizado las ciudades de Kurdistán desde agosto.

Dos manifestantes murieron tiroteados en una manifestación para denunciar el toque de queda instaurado hace dos semanas en un barrio de la ciudad kurda de Diyarbakir. Las dos víctimas, de 21 y 25 años de edad, murieron cuando intentaban entrar el distrito de Sur, escenario desde comienzos de mes de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad turcas y partidarios del PKK que presentan resistencia ante el estado de excepción instaurado. Al menos otros dos civiles resultaron heridos en los mismos sucesos, que las autoridades aún no habían aclarado. Los manifestantes acusaron a la Policía de los disparos.

Por la mañana, cientos de personas, entre ellas varios diputados del partido prokurdo HDP, intentaron entrar en el distrito de Sur para denunciar el toque de queda. La marcha fue inmediatamente frenada por la Policía, que la atacó con granadas lacrimógenas y cañones de agua. Además de las víctimas por disparos, otras cuarenta personas fueron detenidas. Horas después varias viviendas se encontraban en llamas.

Las autoridades turcas impusieron el pasado 2 de diciembre un toque de queda en Sur, después de que un célebre abogado kurdo, Tahir Elçi, muriera tiroteado en circunstancias aún sin esclarecer.

Durante una breve visita a Sur, periodistas de la agencia AFP pudieron contemplar un paisaje de guerra, con edificios acribillados por balas y calles desfiguradas por barricadas y trincheras. Cientos de habitantes han huido de la ciudad. Al menos 17 ciudades kurdas han sido sometidas a medio cen tenar de toques de queda simi lares desde agosto, lo que ha afectad o a 1,3 millones de habitantes, según la Fundación Turca de Derechos Humanos, el más largo con una duración de catorce días. Sobre todo, tras la declaración de la «autonomía democrática» en varias de ellas, con la que autoridades kurdas locales quieren hacer frente a la ofensiva militar que lanzó Ankara. Milicias urbanas de jóvenes afines al PKK se han enfrentan a las fuerzas de seguridad y decenas de civiles han muerto bajo estos toques de queda.

Precisamente, el gobernador de Sirnak anunció el restablecimiento de la medida de excepción desde ayer en Cizre y Silopi, y el Ministerio de Educación ha ordenado a 3.000 enseñantes que abandonen estas ciudades.

«Casa por casa»

«Piensan que pueden intimidarnos multiplicando las barricadas y las trincheras, quieren empujar a los habitantes hasta el final. Piensan que el pueblo va a acusar al Gobierno», afirmó el primer ministro Ahmet Davutoglu en una entrevista en televisión. «Yo tampoco estoy encantado con los toques de queda, pero la ausencia de toque de queda puede abrir la vía a pérdidas civiles», añadió Davutoglu. «Si hace falta, las ciudades serán limpiadas de terroristas casa por casa», amenazó.