Los athleticzales de más de cuarenta años seguro que recuerdan al sargento Esterhaus en aquella  serie de culto ochentera ‘‘Canción triste de Hill Street’’. Tras cada rutinaria charla matutina a sus subordinados, acababa siempre con un consejo paternal que nos marcó a toda una generación de televidentes: «¡Tengan cuidado ahí fuera!». Tras el decepcionante tropiezo del Athletic el domingo –no gana el primer partido del año desde 2008 al Hércules en Copa–, uno se imagina hoy a Ernesto Valverde, en la previa copera ante el Villarreal, avisando a sus jugadores sobre lo que les viene encima. «¡Tengan cuidado ahí fuera!». Porque el calendario que les aguarda durante enero y febrero es como para apretar los dientes y no soltar el palillo hasta pasado casi el invierno.

A la trascendental doble cita ante el Villarreal en el torneo del KO le preceden y suceden las no menos comprometidas visitas al Sevilla y al Barcelona. Cuatro partidos de máxima exigencia en doce días. Donde se juega su continuidad en una competición y descolgarse o engancharse momentáneamente en la otra.

No suficiente con ello, a la vuelta de la esquina le aguardará un Eibar que pinta más fiero que el que ya le derrotara en la primera vuelta en Ipurua. El único ‘respiro’ será al siguiente fin de semana en el campo del Getafe, aunque de pasar a los 1/4 de la Copa tendrá que jugar la eliminatoria este mismo mes de enero, lo que multiplicaría el nivel de esfuerzo físico y mental de los rojiblancos.

Y si la cuesta del primer mes del año es empinada, qué decir del febrero que les espera. El Villarreal será de nuevo rival de los leones en San Mamés, para a la semana siguiente viajar hasta el siempre complicado Santiago Bernabéu. A la vuelta, derbi ante la Real Sociedad en Bilbo y entre medias, viajar a Marsella para cumplir con la ida de los 1/16 de la Europa League, y cerrar la vuelta con los franceses antes de desplazarse a Mestalla para acabar el mes. De locos.

A partir del ahí, el calendario, al menos liguero, se suaviza. Pero la clave es cómo llegará en la competición doméstica a esas alturas y cuál de los otros dos torneos priorizará, porque parece muy difícil por no decir imposible que sea capaz de afrontar con garantías ambas, Copa y Europa League.

La Liga y repetir de nuevo clasificación continental corona el frontispicio de Ernesto Valverde, eso es irrenunciable. Así las cosas, visto el itinerario, será la Copa en febrero la que determine sus intenciones en Europa, porque antes de medirse al Marsella deberá haber superado dos rondas coperas más o haberse quedado ya por el camino. Es verdad que en la primera temporada con Marcelo Bielsa se llegó a la final en ambas, pero no hay que olvidar que a primeros de febrero ya se había ganado las semifinales al Mirandés –tras una no muy exigente ruta– y que los 1/16 europeos ante el Lokomotiv de Moscú no los enfrentó hasta finales de ese mes. Es decir, solo tuvo que centrarse en la Europa League y en una Liga en la que, no olvidemos, le pasó factura también la quiebra de confianza entre vestuario y técnico, y se acabó décimo.

Un trazado para colombianos escaladores que Valverde necesitará afrontar con rotaciones. De cara a mañana dos piezas básicas en su once como Beñat y Laporte llegan oxigenados, pero no es menos cierto que jugadores como Williams –tal y como reconoció luego el entrenador– acabaron fundidos, que Aduriz tarde o temprano necesitará descanso, que la lesión de Bóveda es un inconveniente para poder dar descanso a De Marcos, que el desgaste físico de Raúl García cada partido también es muy grande... Seguramente será hora de empezar a dar minutos a Muniain de inicio –se quedó en apenas diez el domingo–, la alineación de Rico en lugar de Iturraspe ha redoblado las dudas de Txingurri sobre el de Matiena, Sabin Merino no termina de coger la buena onda a pesar de las oportunidades, Eraso es un jugador que puede aportar, habrá que ver el papel de hombres como Elustondo o Kike Sola... El Athletic se juega gran parte de la temporada en dos meses, los que te colocan en la parrilla de salida de la última vuelta. Si baja el pistón como ante Las Palmas saldrá trastabillado. Así que... «tengan cuidado ahí fuera».

Aketxe reforzará al filial desde esta semana

Cuco Ziganda llevaba semanas clamando por refuerzos para el filial, colista, con muy difícil papeleta para mantenerse en la categoría y acuciado por las lesiones. Y el navarro ha recibido su primer regalo de Reyes –y espera que no sea el único–, la incorporación ya oficial desde ayer de Ager Aketxe (22 años recién cumplidos). El zurdo de Romo, que no contaba para Valverde y cuya cesión al Zaragoza se frustró hace poco con otras varias novias en Segunda, recala finalmente en el Bilbao Athletic hasta final de campaña. La decisión se ha hecho de rogar en exceso y quizá Valverde en su rueda de prensa previa al partido copero haga alguna aclaración. En cualquier caso, no parece que su ‘fichaje’ sea suficiente para mantener a flote a los cachorros, a los que su bisoñez en citas como ante el Alavés y, desde luego, su alarmante falta de gol les está penalizando sobremanera. De momento, el domingo ante el Albacete, en casa, ‘redebut’ de Ager Aketxe.J.V.