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TRÍPOLI

Un camión-bomba del ISIS causa una masacre en una base militar libia

Alrededor de 60 personas murieron ayer y más de 130 resultaron heridas al estallar un camión-bomba frente a una base militar en la localidad de Zlintan, en el atentado yihadista más grave perpetrado en Libia en los últimos meses. «La explosión se pudo escuchar en la ciudad de Misrata, que está a unos 45 kilómetros al oeste de Zlintan», explicó un testigo.

Responsables de seguridad explicaron que un kamikaze al volante de un camión-cisterna repleto de explosivos se empotró a primera hora de la mañana contra la puerta del cuartel, en el momento en el que los reclutas de la Guardia Costera se disponían a entrar para iniciar su instrucción. No existe aún una cifra oficial de víctimas pero, de acuerdo con la citada fuente y medios locales, hasta la morgue del hospital de la ciudad, situado a unos 175 kilómetros al este de Trípoli, llegaron «unos 60 cadáveres», tanto de policías como de civiles.

El atentado se produjo en medio de una ofensiva lanzada el lunes por los grupos yihadistas libios afines al ISIS para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.

En un plan bien organizado, los yihadistas atacaron a finales de la semana pasada la ciudad de Ben Jawad, vecina a ambas terminales petroleras, lugar en el que establecieron su centro de comando para la ofensiva. El lunes y el martes atacaron diferentes posiciones, dispararon varios cohetes contra depósitos de crudo y trataron de avanzar hacia la entrada de ambos puertos, donde fueron repelidos por los agentes de la seguridad privada que lo protegen.

El miércoles, hostigados por fuerzas de los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk –que esta vez actuaron con el mismo objetivo–, replegaron sus posiciones, aunque expertos militares en la zona creen que pueden lanzar una segunda acometida en los próximos días.

«Hoy ha habido diferentes escaramuzas en áreas situadas a una treintena de kilómetros de las terminales», explicó a Efe un fuente de Seguridad.

La virulencia del asalto desató la preocupación del enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, quien ayer volvió a lanzar un llamamiento a los libios para que aparquen sus diferencias y se unan para evitar que los recursos petroleros caigan en poder de las fuerzas yihadistas.

Kobler ya puso el miércoles de manifiesto la gravedad de la actual situación y la importancia de ganar una batalla que se considera crucial para el devenir del país y de todo el norte de África.

Ese intento de conquista de las zonas petroleras supone una intensificación de la ofensiva de los yihadistas en Libia, que en 2015 aprovecharon el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentar su posición y ampliar su territorio.

En el últimos doce meses, los yihadistas se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y han conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera donde naciera Gadafi, situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.

Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.

El ISIS controla la ciudad de Sirte e intenta desplegarse en otras regiones. El grupo yihadista lucha tanto contra las fuerzas del Gobierno con sede en el este del país como contra las del instalado en Trípoli.

Libia está sumida en el caos, con dos gobiernos que se disputan el poder: uno en Tobruk (este), reconocido internacionalmente, y el otro en la capital, Trípoli, vinculado a la coalición de milicias de Fajr Libya.

Yihadistas incendian siete depósitos de petróleo

Los incendios causados por los ataques que ha llevado a cabo el Estado Islámico (ISIS) a los puertos libios de Ras Lanuf y Sidra durante esta semana se han extendido y afectan ya a siete depósitos de petróleo, según informó ayer el portavoz de la Guardia de las Instalaciones Petroleras (PFG), Ali al-Hassi. Cinco de los depósitos incendiados están en Sidra y los dos restantes en el puerto de Ras Lanuf. Dos de los tanques fueron alcanzados por bombardeos y han seguido ardiendo. Los efectivos de Ibrahim Yidran, el miliciano que defiende las instalaciones, recuperaron posiciones y ayudaron a los bomberos a extinguir los incendios desatados en los depósitos, que contenían dos millones de barriles de crudo. A media tarde, dos de los incendios ya habían sido controlados.GARA