Joseba VIVANCO
Athletic

Cuando querer no es poder

Los leones se vieron superados por un Barça sin Messi ni Suárez, que cerró el partido a la media hora y solo lo abrió para el gol de Adu.

ATHLETIC 1

BARCELONA 2


El Athletic quería mirar ayer al Barcelona como Liceranzu miraba a Hugo Sánchez aquel día a orillas del Manzanares. Quería. Porque querer no siempre es poder. Como alguien dijo una vez «el regate es el triunfo del yo de la inspiración sobre el yo de la obligación». Y el Barça es inspiración, regate, y para el Athletic era casi una obligación. En su estadio, ante su gente, con la herida todavía en sal tras el 6-0 de solo hacía tres días, con ese ‘Can Barça’ generoso cuando te gana y malperdedor cuando no, con la insultante lambreta de Neymar aún sin cicatrizar. Necesitado de un desquite. Necesitado del sueño de una noche de invierno, aún reciente en la memoria aquella no tan lejana de verano. Ahí estaba el Athletic, en el césped, como los gladiadores en la arena, solos. El Athletic con Aduriz, el Barcelona sin Messi ni Suárez. Y curiosamente, fueron los primeros los que acabaron echando de menos a su goleador. Y la grada a su Athletic, que duró lo que el 0-2, porque ni supo ni pudo, y tan solo al final, como león panza arriba, exhaló su último aliento y sacó coraje para recortar el marcador. Qué menos.

No cabe duda de que todos esperábamos más. Pero este equipo de Luis Enrique no es el de agosto. Aun sin su tridente, sus centrocampistas se bastan y sobran para desarbolar a cualquiera. Iniesta, Rakitic, Busquets... Inspiración. Y anoche el Athletic no estaba para epopeyas. Salió prudente, sin dejarse llevar por el entorno, esperaba su turno, su ocasión, su zarpazo, pero el 0-2 –errores de por medio– ya a la media hora de juego le dejó noqueado. Apagado como una grada que se desinfló.

La megafonía nombraba a Iniesta y Neymar al tiempo que hasta la garganta más griposa se desgañitaba, el himno atronaba por megafonía, la letra se coreaba a capela como en las grandes noches, ¡Athletic, Athletic!, rugía la grada. Partido caliente, decía Ernesto Valverde en la previa. Rueda el balón y el Athletic planta una presión adelantada pero solo hasta la línea de tres cuartos blaugrana, cierra por dentro, y los culés explotan por fuera. Y hacen daño. Neymar tira su primera diagonal bajo un sirimiri de silbidos, el joven Lekue, que dejaba en el banquillo a Balenziaga, recibía una ‘cornada’ del turco Arda. Primeros envites. Respeto mutuo. Partido largo. Y decepcionante.

Cinco minutos y el Athletic empieza a llegar. Williams entra en juego, centra atrás y Susaeta se enreda en el área pequeña. La manada rojiblanca aprieta a los azulgranas, muy encima del rival, tanto que hace suya la pelota y el control. Cualquier gesto de los culés es reprobado por la grada. El Barça es la tranquilidad hecha virtud. No tiene prisa. No tiene pausa. Te atrapa y te pica. Neymar, inédito, lanza su primer aviso en un balón picado que Iago saca en el mismo larguero con apuros. Dos minutos después, va a ser Munir el que saque el aguijón.

Andaba San Mamés festejando cada saque de banda en campo contrario como si fuera un córner, y cada córner como si fuera un gol. Y en eso llegó la jugada del Barça. Sí, la jugada. En total, diez pases, récord del campeonato de Copa para un gol. Empezó por Ter Stegen y acabó en el joven canterano que ayer suplía a Luis Suárez. Este Barça es feliz incluso en el alambre de la cal. Por ahí, sin mancharse los botines, fue deslizando la pelota hasta que llegó a Arda, muy participativo, que la escondió y atrajo sobre sí hasta tres rivales, incluido un Laporte que perdió su posición en retaguardia. El turco filtra hacia Rakitic, que corre la banda y la pone increíble para que Munir a la carrera la empuje a la red. Casi sin quererlo, sin Messi ni Suárez, el Barça le hacía un roto a la zaga local.

Minutos más tarde llegaría el descosido. Intrascedente balón por banda, Sergi Roberto la toca hacia el área, Etxeita en la luna de Valencia pierde un segundo decisivo, balón a Neymar que no llega al control, despista a Iago que sin sotana se la traga, y el brasileño marca a placer. Otra vez la mandíbula de cristal. 0-2.

Rozaba la media hora. ¿El resto? Casi sobró el resto, donde el Barça contemporizó, si no fuera por ese arreón final al que se agarraron los leones para que Aduriz anotara un gol para la ilusión –bendita ilusión– cara a la vuelta en el Camp Nou. Ter Stegen lo evitó antes a peinada de Sabin Merino, e impidió el empate en el 90 también en la bota del de Urduliz. Los únicos minutos en los que el Athletic miró a los ojos al Barcelona. Porque el resto del tiempo fue un querer pero no poder.

«Tras los goles hemos encajado el golpe»

Ernesto Valverde analizaba que «en el primer tiempo ellos nos han salido dos o tres veces bien pese a nuestra presión», y se rindió a que «son muy buenos, tenemos que reconocerlo, y a partir de los goles hemos encajado el golpe». En cambio, se felicitó porque en «la segunda parte hemos seguido arriba, jugando, y hemos conseguido el 1-2. En la segunda parte apenas nos han podido chutar». Reconocía que la eliminatoria está «difícil», pero recordaba que «hay otro partido».

Aritz Aduriz, por su parte, se lamentaba de que «en la segunda parte hemos tenido oportunidades pero no hemos acertado», pero dejaba claro que, pese a contar con una «dificultad grandísima», el de la semana que viene es «un reto precioso. Iremos con todo, a intentar remontar». Sobre su roce con Neymar, opinaba que «cuando termina el partido acaba todo, me he disculpado con él porque le he rozado un poco», relatando que «he pasado por encima pero sin intención de hacer daño». Sobre el brasileño, añadía que «es un crack mundial y hay que agradecerle cómo juega. A veces tiene una actitud que podría cambiar, pero él es así».

José Mari Amorrortu también opinaba que «el gol nos da vida y esperanza». Reconocía que el segundo gol del Barça hizo daño al equipo –«estábamos bien pero a raíz de ese gol hemos visto que nos iba a costar mucho»–, y pidió que «tenemos que trabajar y preparar bien el partido de vuelta. Ir a por todas a Barcelona».

En el Barcelona, Neymar declaraba que la eliminatoria «se puede complicar un poco para nosotros, pero hemos hecho un gran partido. Siempre buscamos más, pero en la segunda parte han sido mejores».GARA

Aduriz le pide a Neymar otra actidud

«Me disculpé con Neymar. Hay que felicitarle por cómo juega, aunque a veces nos gustaría que su actitud fuese otra», dijo Aduriz tras el encuentro. El donostiarra le hizo al Barcelona el séptimo gol de su carrera.

Prohiben bengalas fuera del campo

La Ertzaintza prohibió a integrantes de la Peña Piratak hacer uso de las bengalas que tenían previsto encender en el recibimiento del autobús del equipo a su llegada al estadio, so multa de 6.000 euros.