ALAVÉS 1

LLAGOSTERA 0

El Alavés se reencontró con la victoria en un partido diferente a los que acostumbra en Mendizorrotza. Pero que acabó dándole tres puntos en una jornada francamente positiva, gracias a la derrota de Leganés y los empates de Córdoba, Oviedo o Nástic, que ven cómo los albiazules amplían su ventaja al frente de la clasificación.

Incapaz de controlar el partido como suele hacerlo, el Alavés sufrió para hacerse con el triunfo ante un Llagostera que tampoco pareció un rival con semejantes apuros clasificatorios –la derrota en Gasteiz le condena al último puesto de la tabla– y, respondón, protagonizó un encuentro con alternativas y en el que hubo oportunidades en ambas áreas.

Amagaron primero los locales, con una doble oportunidad de Toquero y Dani Pacheco. Lejos de arredrarse, los catalanes, con un buen planteamiento, se gustaron jugando y buscaron la portería de Fernando Pacheco con decisión, aunque sin fortuna. Imaz fue el primero en poner a prueba al guardameta albiazul con un duro disparo desde veinte metros. Con todo, las mejores ocasiones fueron para el Alavés, que incluso envío un balón al palo, con la firma de Kiko Femenía, mediado el primer tiempo.

No cambió mucho el panorama en la reanudación, que arrancó con un cabezazo de Manu ante el que René tuvo que tirar de reflejos. Respondió la Llagostera con un mano a mano entre Imaz y Fernando Pacheco, en el que también se lució el portero local para impedir el disparo rival.

Acierta Toquero

Poco después llegaba la jugada definitiva del encuentro. Juli, que firmó un partido sensacional con presencia omnipresente en ataque, sirvió un balón por encima de los centrales que le cayó a Toquero para que el artillero albiazul –con el de ayer ya son ocho goles– definiera con calidad ante René. Ni así se rindió el equipo de Oriol Alsina que, de hecho, disfrutó pronto de su mejor ocasión. Natalio, afortunadamente, se confió en exceso ante la portería vacía y remató al lateral de la red.

Pese a la estrechez del marcador y aunque la escuadra catalaba no perdió la esperanza de empatar en ningún momento, el Alavés fue sintiéndose más seguro con el transcurso de los minutos y logró que los acercamientos a Fernando Pacheco fueran perdiendo en periodicidad y claridad.