El baile de entrenadores en algunos de los clubes más punteros del panorama continental está generando que ante la proximidad del final de las competiciones domésticas la rumorología sobre fichajes de jugadores se eleve a la categoría de seudociencia. Que si el colombiano Carlos Bacca del Milan interesa al Bayern, que si el charrúa Cavani del PSG podría recalar en la Juventus ya que Morata puede regresar al Madrid, que si Kroos e Isco están en la agenda de Pep Guardiola para su City, que si... Y de manera inevitable hay un rojiblanco que aparece en cada quiniela que se precie: Aymeric Laporte, el oscuro objeto del deseo de los más grandes.

Tiempos de cromos en el panorama futbolero en el que el francés de Agen aparece como el mejor comodín para planificar una defensa de garantías, ya sea en la Ciudad Condal o en la de Manchester. Clubes de postín sí, otra cosa que sean de pastón. Y en ese querer y de verdad poder, el que aparece en el horizonte con, a priori, solo a priori, dinero suficiente para apostar por el central –al margen de un PSG que tiene bien cubierta su zaga con los Thiago Silva, David Luiz y Marquinhos– son los Citizens que dirigirá Guardiola la nueva temporada. El curso pasado el jeque que está detrás del City ya abonó 45 millones al Valencia por el argentino Otamendi.

El vigente campeón de la Premier llevará a cabo una profunda remodelación en su plantilla con la llegada del de Santpedor, en la que le sobran centrales como Kompany, Demichelis, y tiene en nómina a Otamendi y Mangala. Esta semana han surgido los nombres de Kroos, Pogba, el también central evertonian Stones... y Laporte. Vamos, casi como echarse una partida al ‘‘Football Manager’’. Y de paso, el francés vuelve a sonar para el Barça, un recurso ya demasiado gastado. Sobre todo porque el club catalán –que ni pudo atar a Nolito– no dispone de liquidez suficiente para abonar la cláusula ni los consiguientes gastos que acarrearía su fichaje.

Aymeric Laporte tiene una cláusula de 50 millones de euros, una cantidad más que respetable para un defensor y de 21 años, que ni siquiera es internacional absoluto. Mucho dinero para un proyecto de jugador que pinta muy bien, pero proyecto al fin y al cabo. A partir de ahí, a esos estratosféricos 50 millones hay que añadirles el correspondiente IVA, e incluir el contrato con el propio jugador, un mínimo de cuatro años, a algo más de 4 millones por temporada que le podamos calcular.... Total, una operación que se acerca a los 100 ‘kilos’, sin olvidar derechos de formación futuros en caso de traspaso. La pregunta es ¿hay algún club ahora mismo capaz de asumir semejante desembolso? Complicado por no decir imposible.

Tranquilidad en el club

Así las cosas, en el seno del Athletic hay tranquilidad. El hecho de que el francés haya renovado hasta 2019 y aceptado un aumento de su cláusula de 42 a 50 millones, deja claro que el jugador no tiene ninguna prisa por dejar el club bilbaino y que desde luego no quiere irse por la puerta de atrás como otros, y sí hacerlo de manera correcta y dejando sus buenos dividendos en las arcas bilbainas. O lo que es lo mismo, que quien le quiera deberá abonar a tocateja como hiciera el Bayern en su día por Javi Martínez.

Otra cuestión bien diferente es que antes de cumplir su contrato surja la posibilidad de que Ibaigane rebaje sus pretensiones y el futbolista salga, pongamos, un año antes de finalizar contrato. Aymeric Laporte habría cumplido con creces con sus compromisos y fidelidad al club –seis temporadas a buen nivel–, y quizá cabría un gesto de la Directiva para con él. Sin embargo, sabida la férrea postura que Josu Urrutia tiene con respecto a las cláusulas, a día de hoy se antoja difícil.

Sea como fuere, será inevitable que el nombre del futbolista esté en la palestra de aquí al verano, como es lógico que a pesar de lo costoso de la operación el Athletic haga sus deberes y prevea una hipotética salida si se diera el caso. Estar al tanto del futuro del realista Iñigo Martínez entra dentro de lo normal, lo mismo que analizar la proyección de los canteranos que ocupan ese puesto. Por lo demás, en torno a Laporte, todo es rumorología, una seudociencia.

Agradecimiento de la familia de Rafa Iriondo

La familia de Rafa Iriondo trasladó ayer al club un agradecimiento para que hiciera extensible al entorno rojiblanco, en el que «quiere agradecer al Athletic Club, a todos los amigos y aficionados, las muestras de cariño y apoyo recibidas en estos momentos tan tristes». Este martes fue despedido también en Algorta José Luis Artetxe, que además de destacado león, formó parte, como conocido abertzale que fue, de los 6 primeros fundadores de EGIN en 1977 por parte de Bizkaia, donde colaboró con gran implicación.J.V.