Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA

Los costes de la mano de obra oscilan entre 4 y 41 euros dentro de la UE

Las estadísticas oficiales de la Unión Europea reflejan, una tras otra, un abismo socioeconómico entre los estados miembros. Observando los datos más recientes sobre el coste de la mano de obra –que viene marcado por los salarios y las cotizaciones sociales–, es difícil creer que se esté avanzando hacia la convergencia en el ámbito laboral.

El último informe de Eurostat sobre la evolución de la remuneración de los trabajadores dentro de la Unión Europea constata que las diferencias son tan amplias que, comparando los dos extremos, el dato registrado en 2015 en Dinamarca (41,3 euros por hora) multiplica por diez el de Bulgaria (4,1 euros).

No sorprende que sean los países del Este, los últimos en incorporarse a la UE, los que están instalados en el furgón de cola: junto a Bulgaria viajan Rumania, Lituania, Letonia y Hungría. Otra referencia significativa es que la media de la UE el pasado año fue de 25 euros por hora, mientras que, además de los ya citados, no llegan ni a la mitad de esa cifra estos otros cinco socios comunitarios: Polonia, Croacia, República Checa, Eslovaquia y Estonia.

Lo que resulta más preocupante es que, a grandes rasgos, estas diferencias se corresponden con las que se registran entre los salarios medios. Como se observa en el gráfico adjunto, en Dinamarca el sueldo supera los 35 euros mientras que en Bulgaria, Rumanía y Lituania no pasa de los 5 euros por hora.

En el grupo con costes de la mano de obra más elevados aparecen Bélgica, Suecia, Luxemburgo y el Estado francés, si bien en el caso de este último los sueldos –que no alcanzan los 25 euros– tienen una menor repercusión que en otros estados que se encuentran por detrás en este ránking, como son Países Bajos, Finlandia o Irlanda. Ello puede achacarse a que la cobertura social tiene mayor peso en el dato francés, ya que los gastos no salariares incluyen las cotizaciones sociales que corren a cargo de los empleadores.

Peor parado sale el Estado español, que se halla por debajo tanto de la media de la UE como de la eurozona (29,5 euros). Y eso que, en su caso, una cuarta parte de los 21,2 euros por hora de 2015 hay que achacárselos a costes no salariales.

La brecha aumenta

Esta brecha económica, que tiene correspondencia directa con el nivel de vida en el que se mueve la mayoría social en cada estado, no tiene visos de reducirse notablemente a corto-medio plazo. De hecho, la diferencia del coste horario de la mano de obra en 2004 entre Dinamarca y Bulgaria era de 28 euros, y en 2015 ha pasado a ser de 37,2.

Ampliando la perspectiva, los costes han aumentado en el conjunto de la Unión Europea desde los 19,8 euros de 2004 hasta los 25,0 el pasado año.