Amparo LASHERAS
Periodista

Los «ismos» de una misma violencia

Hace poco, preparando un artículo sobre el feminicidio, al consultar textos de dos activistas inglesas, Diane Russel y Jill Radford, descubrí una idea que concretaba en pocas palabras el porqué de la violencia machista. En su opinión, el objetivo de la violencia del hombre hacía la mujer no es otro que «preservar la supremacía masculina». A esta afirmación habría que añadir que se trata de una «supremacía» alimentada y sostenida por el sistema capitalista y patriarcal que considera a la mujer un elemento inferior, el pariente pobre que dicen los burgueses, pero útil y necesario en el desarrollo de la economía y la explotación neoliberal. La supremacía y la violencia machista van unidas y forman parte de las estructuras sociales; se han mantenido incrustadas en las formas de vida, construyendo una desigualdad cotidiana que ha obligado a las mujeres a vivir dentro de un código de sometimiento subliminal. La actriz Pamela Palenciano, en su monólogo “No solo duelen los golpes”, refleja esta verdad con una claridad que sobrecoge. Los golpes y la muerte aparecen en el zenit del dolor, son el final de un largo camino de violencia y desprecio soterrados. Capitalismo y patriarcalismo, dos «ismos» de una misma violencia que necesitan una misma respuesta y una misma revolución. 9 de abril de 2016 manifestación nacional en Gasteiz.