Amalur ARTOLA
DONOSTIA

Ibaia advierte del «futuro incierto» del cine en euskara

La asociación de productoras audiovisuales Ibaia advierte de que los cambios normativos en la regulación de las ayudas al sector impulsadas por el ICAA, órgano dependiente del Ministerio español de Cultura, y el «cambio de criterio» que vienen percibiendo durante los últimos meses amenazan el futuro del sector cinematográfico en euskara.

Ibaia, la asociación que aúna a las productoras audiovisuales independientes de Euskal Herria, se mostró ayer preocupada por los cambios que, desde el pasado mes de diciembre, viene realizando el Ministerio español de Cultura en relación a las ayudas que percibe la cinematografía vasca y, en especial, la rodada en euskara. Joxe Portela, presidente de la asociación, advirtió de que «el cuestionamiento de los contratos firmados por las empresas con ETB, los cambios normativos en la regulación de las ayudas y algunas otras medidas» adoptadas por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), dependiente del Ministerio español de Cultura, «ponen en peligro el futuro del sector cinematográfico vasco», al ver reducida su financiación de manera notable.

Precisó que «el cambio principal» recae en la forma de participación de ETB. Criticó que el ICAA está impugnando los contratos que firman las productoras con ETB «sin que haya una razón que los justifique», por lo que esa aportación se interpreta como ayuda pública y les es «descontada» de la financiación que perciben de la ICAA. Portela precisó que el perjuicio económico puede suponer entre un 25% y un 45% de los ingresos que las productoras prevén obtener del ICAA. « En una película de dos millones, como ‘Lasa eta Zabala’ o ‘Loreak’, la diferencia sería de 300.000 euros», detalló, y aseguró que esto afecta especialmente a los proyectos en euskara, «porque la participación de ETB en esos casos suele ser mayor». «Esto está afectando ya a proyectos que están rodados, rodándose o a punto de empezar porque, si tú cuentas con ese dinero y lo has financiado o incluso gastado, ¿qué haces?», puntualizó.

Jon Artatxo, abogado de Ibaia, remarcó la «arbitrariedad» de esta decisión, porque «antes estos contratos se daban por buenos, y el Ministerio ha pasado a impugnarlos sin un cambio normativo que lo justifique».

Esta situación se ve agravada por el decreto aprobado en diciembre de 2015 que limita las ayudas públicas a obras calificadas como «difíciles» –entre las que se encuentran las películas en euskara–, que fija que las ayudas no podrán superar el 60% del presupuesto. Portela precisó que antes no existía limite para las producciones en lenguas minorizadas y expresó su malestar porque desde diciembre se vienen estableciendo requisitos idénticos de valoración para el acceso de las ayudas a producciones vascas y españolas. «Para una película en euskara, tener 70.000 espectadores es como si una española llegara a los 1,5 millones. Estos parámetros nos son claramente perjudiciales», aseguró Portela.

La situación se complica aún más tras la desaparición del Fondo Autonómico para el fomento de la cinematografía y el audiovisual en lengua cooficial distinta al castellano previsto en la Ley 55/2007 del Cine, que llegó a suponer el 12% del presupuesto de la ICAA.

Peticiones de Ibaia

Frente a esta situación, Portela anunció que han solicitado al Gobierno de Lakua que intervenga en defensa del sector vasco, «porque hay también temas competenciales». Criticó que las haciendas forales «no hayan sido consultadas» y que no se haya tenido en cuenta el criterio de las productoras vascas.

Así, el vicepresidente de Ibaia Juan Bautista Berasategi, informó que desde Ibaia exigen al Ministerio español de Cultura que reflexione, y al Gobierno de Lakua que «nos acompañen en este viaje con un poquito más de intensidad y agresividad».

Aseguró que «es imposible el camino» según los parámetros que se les han fijado desde Madrid, por lo que solicitan las transferencias en materia cinematográfica porque, acompañadas de «mecanismos de desgravación fiscal, se podría producir autónomamente, sin la necesidad del Ministerio de Cultura».