«La ciudadanía debería estar preocupada por lo que aparece en los documentos que hemos filtrado» alertó ayer el comunicado de Greenpeace en referencia al contenido de buena parte del proyecto del Tratado de libre Comercio entre la UE y EEUU que ha sido desvelado por sus compañeros de Holanda.

Según el organismo internacional que milita en la defensa del medioambiente, los documentos «que por primera vez muestran la posición de EEUU» confirman los «graves riesgos para la seguridad de los consumidores, para el clima y para el medio ambiente» que acarrearía el denominado TTIP o TAFTA por sus siglas en inglés.

Los 15 documentos que suman 248 páginas «escritas en un lenguaje jurídico complejo» recogen 13 capítulos ya consolidados y una nota de marzo de este mismo año titulada “Estado táctico de las negociaciones TTIP”. El portavoz de Greenpeace-España, Miguel Angel Soto, aclaró que para su correcta interpretación han trabajado conjuntamente con «la reconocida red de investigación alemana NDR, WDR y Süddeutscher Zeitung».

Cuatro preocupaciones

Después de analizar los documentos, destacan cuatro aspectos «que son motivo de preocupación desde el punto de vista de la protección del medio ambiente y de los consumidores».

El primero es que en ninguno de los capítulos se hace referencia a las políticas de protección ambiental consagradas ya hace décadas por el acuerdo del GATT o por la OMC «para proteger a los seres humanos, la vida animal y vegetal o la salud o la conservación de los recursos naturales» por lo que intuyen que que «se están situando los beneficios económicos» por encima de esas cuestiones esenciales.

En segundo lugar, los documentos filtrados tampoco dicen nada sobre la protección del clima con lo que el reciente acuerdo de la COP21, «que también afecta al comercio», de mantener la subida de la temperatura mundial por debajo del 1,5º resultará «más difícil con el TTIP».

El tercer aspecto de preocupación señalado por Greenpeace se refiere a la amenaza para el Principio de Precaución ya consagrado en el Tratado de la UE que tampoco aparece en ningún capítulo. En cambio, en varios de ellos sí se citan las demandas de la delegación estadounidense para «la gestión de sustancias peligrosas desde un enfoque basado en el riesgo, en lugar de evitarlas».

Por último, por el estudio de los documentos han constatado que «el sector empresarial e industrial ha sido consultado y ha tenido un papel privilegiado en el proceso de toma de decisiones» y ello cuando la sociedad civil y sus representantes apenas han tenido acceso a las negociaciones.

Por todo ello, Soto concluye que los textos «dan la razón a quienes han mostrado fuertes objeciones y a las organizaciones de la sociedad civil que han expresado que el TTIP supone una enorme transferencia de poder democrático hacia las grandes corporaciones» y hace un «llamamiento a todos los electos y otras partes interesadas a leer los documentos y participar en el debate».

«Los argumentos de los promotores del TTIP que dicen que sus intereses son más geopolíticos que económicos no se sostienen» ha manifestado por su parte Jorgo Riss, responsable de Greenpeace-UE en Bruselas antes de asegurar que la UE y los EEUU «buscan homologar por lo bajo las reglas en materia de medioambiente y de salud pública para facilitar la vía a las multinacionales».

Interpretaciones «erróneas»

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ha negado tal apreciación. «Ningún acuerdo comercial de la UE rebajará nunca nuestro nivel de protección para los consumidores, la seguridad alimentaria o medioambiental» ha aseverado.

Un portavoz de la Oficina del Representante de Comercio de EEUU, dependiente de la Casa Blanca, ha calificado como «engañosas y descaradamente erróneas en el peor de los casos» las interpretaciones que se están dando de estos textos filtrados por Greenpeace-Holanda.

Hendaia coloca paneles en sus accesos para manifestar que es «zona fuera del TTIP-TAFTA»

Hendaia fue el primer pueblo de Ipar Euskal Herria en declararse oficialmente «municipio fuera del TTIP-TAFTA» a los que han seguido otros diecinueve.

Para reflejar dicha decisión también de manera gráfica, el propio alcalde Kotte Ezenarro, acompañado de varios concejales, entre ellos el abertzale Iker Elizalde, responsable de Empleo y Actividad económica, y Chantal Kehrig-Cottencon, encargada de Urbanismo, de miembros de asociaciones así como del portavoz de EE-LV Jean Lissar, colocaron ayer cinco paneles en sendos accesos a la localidad costera.

De este modo, manifiestan su oposición al proyecto de tratado de libre comercio que preparan la UE y los EEUU porque son «conscientes de la desregulación masiva» que acarrearía y que «afectaría de manera grave al modo de vida en materia de alimentación, salud y medioambiente» por lo que ha decidido «privilegiar los compromisos adquiridos en favor de la producción local y de los circuitos cortos».

El municipio exige, asimismo, «la paralización de las negociaciones y la apertura de un debate» a nivel del Estado sobre la cuestión. A.M.