Una medida cautelar dictada por el juez de la Corte Suprema de Brasil Teori Zavascki suspendió ayer el mandato de Eduardo Cunha, presidente de la Cámara Baja y responsable de dar inicio al proceso que puede desembocar en un juicio político que busca la destitución de la presidenta del país, Dilma Rousseff. Cunha es el personaje más incómodo de la crisis brasileña, acusado de intimidar a legisladores y de obstruir las investigaciones en su contra en relación al «caso Petrobras». Waldir Maranhao, del Partido Progresista (PP) y también investigado por el mismo escándalo, asumirá el cargo de forma interina.

Zavascki, que logró el respaldo de una mayoría de cinco magistrados de la Corte Suprema, fundamentó su decisión en las numerosas acusaciones que pesan contra Cunha por el escándalo de corrupción en la empresa estatal Petrobras, por las que incluso ya se ha iniciado un juicio formal en su contra.

El juez se basa en la denuncia hecha por el fiscal general, Rodrigo Janot, quien resaltó que, además de recibir sobornos, Cunha usó su cargo para obstruir a la Justicia y hacer negocios con empresarios que le pagaban para que interfiriera en la aprobación de medidas en el Parlamento. «Cunha transformó la Cámara en un balcón de negocios y convirtió su cargo de diputado en una mercancía», afirmó Zavascki al citar a Janot.

Cuentas suizas

Zavascki detalló los supuestos hechos delictivos cometidos por Cunha, uno de los casi cincuenta investigados por la trama corrupta de Petrobras, de la que habría obtenido unos cinco millones de dólares que ocultaba en unas cuentas secretas en bancos suizos.

Cunha, que anunció recurso, es el segundo en la línea de sucesión del Estado y podría convertirse en el primero si prospera el juicio político que tramita contra Rousseff y es separada del cargo por el Senado y sustituida por el vicepresidente Michel Temer la semana próxima.

La posibilidad de que Cunha asuma la Presidencia en forma interina ante un eventual viaje de Temer al exterior, en caso de sustituir a Rousseff, causó preocupación en el Supremo, que ayer mismo iba a analizar el caso. Zavascki se adelantó y decidió adoptar la medida cautelar, atendiendo una petición de la Procuraduría General.

Además, ayer se conoció de fuentes judiciales que Michel Temer, líder del PMDB, podría ser inhabilitado durante ocho años tras haber sido condenado por donaciones excesivas a sus campañas electorales.

Rousseff, celebró la suspensión provisional del mandato de Cunha, y comentó que «mejor tarde que nunca».