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BILBO
Athletic

Un anfitrión peligroso para el último objetivo del curso

Los rojiblancos intentarán mantener la quinta plaza ante uno de los mejores equipos de la segunda vuelta.

LAS PALMAS - ATHLETIC

Descartadas Copa, Europa League y la cuarta plaza, y una vez confirmado el billete continental, al Athletic le queda un último objetivo por el que pelear. El quinto puesto, el que ahora ocupa, que tanta relevancia tiene de cara a la planificación veraniega y que está seriamente amenazado por el Celta, sigue sin adjudicar. Y la escuadra rojiblanca quiere ponerle su nombre.

Es posible que le baste con celebrar un solo triunfo en estos últimos 180 minutos de competición para superar definitivamente a los gallegos, ahora un punto por debajo, teniendo en cuenta que éstos despiden la Liga ante un Atlético que estará jugándose, salvo sorpresa, el título de Liga. Y, en ese sentido, el calendario se muestra benevolente con los vizcainos porque cierran la campaña ante un Las Palmas que nada se juega ya, una vez certificada la permanencia, y un Sevilla –ante el que se especula que pueda jugarse el próximo viernes– que a estas alturas tiene cuestiones más relevantes de las que ocuparse.

Pero los puntos hay que pelearlos igualmente y si el equipo de Unai Emery es capaz de propinar disgustos en cualquier circunstancia, qué decir del Las Palmas, que acaba la temporada en un momento dulcísimo. Quique Setién necesitó algo de tiempo para transformar a un equipo que estaba hundido pero la trayectoria que ha trazado en los últimos meses resulta prodigiosa. Ha saldado los once últimos encuentros, sin ir más lejos, con siete victorias y una media de dos goles marcados. Hoy, además, encuentra motivos añadidos para echar el resto; ya sea el puestómetro, que ahora se traduce en euros, o sobre todo, la despedida del estadio de su gran mito Juan Carlos Valerón al que, evidentemente, quiere brindar un triunfo.

De Marcos viaja y juega

A ese equipo le hará frente un Athletic con problemas en defensa. Porque Xabi Etxeita, efectivamente, no viajó. Y tampoco lo hizo Iñigo Lekue, víctima de una gastroenteritis. Dos ausencias que se unen a la de Aymeric Laporte y que prácticamente obligan a Ernesto Valverde a colocar de inicio a Óscar De Marcos –que sí viajó, tras permanecer toda la semana entre algodones– en el lateral para que Eneko Bóveda ocupe una de las dos plazas de central. La otra, teniendo en cuenta que una amarilla privaría a Carlos Gurpegi de jugar la próxima semana el que se intuye su último partido, sería para Mikel San José. Y eso, a su vez, abriría las puertas del centro del campo a Ander Iturraspe.

A la convocatoria, además de Gurpegi, regresan Mikel Rico e Ibai Gómez, aunque Valverde se llevó a 19 hombres, así que uno seguirá finalmente el encuentro desde la grada.

Mimbres al margen, el objetivo es evidente. «Quedan dos partidos y después de ganar al Celta dependemos de nosotros –subraya el técnico rojiblanco–. Y para nosotros este es un partido clave porque una victoria del Celta nos obligaría a ganar para no tener que mirar al marcador en la última jornada». «Es una oportunidad que tenemos al alcance de la mano y después de esta temporada tan larga tenemos que hacer un esfuerzo extra para poder terminar mejor», añadió Valverde, que admite que el partido no será fácil, pese a que el Las Palmas «no se juega nada. Pero no lo va a poner nada fácil. Es uno de los mejores equipos de la Liga en la segunda vuelta –recordó–. Tiene mucha calidad de medio campo hacia adelante y puede resolver el partido con un pase. Juegan sueltos y sin presión y eso les hace doblemente peligrosos».

Los canarios, además, llegan a la cita sin bajas, después de que Lemos haya abandonado la enfermería esta misma semana.

Valerón confirma su retirada

Más allá de lo que suceda en el terreno exclusivamente deportivo, el Gran Canaria vivirá hoy una jornada especialmente emotiva. Y con un nombre propio, el de Juan Carlos Valerón que, tras contribuir al ascenso y la permanencia de su equipo, colgará las botas a final de curso.

Era lo esperado pero fue ayer cuando el futbolista canario, de 40 años, confirmó que es «el momento justo» para decir adiós. «Poder despedirme de mi gente en el estadio es lo más bonito que me podía pasar», aseguró, emocionado hasta las lágrimas, para agradecer después «el cariño que he recibido en todos los campos en los que he estado. Pero todo en la vida tiene un final y este era el momento oportuno», insistió Valerón, que cierra una carrera con 16 temporadas y más de 400 partidos en Primera.A.U.L.