Iraia OIARZABAL
DONOSTIA

Educación financiera en secundaria, una materia polémica

Kutxabank seguirá el curso que viene impartiendo en escuelas e institutos la materia «Finanzas para la vida» que a lo largo de este ejercicio ha estado presente en 60 aulas de la CAV y que está previsto llegue a 80 en 2016-2017. La asignatura, que se ofrece a chavales de entre 13 y 15 años, es iniciativa de Lakua, aunque las clases las da personal asignado por Kutxabank, cuestión que junto a la falta de información genera críticas en parte del personal docente.

La pasada semana Kutxabank anunció a través de un comunicado que el curso 2016-2017 pondrá en marcha la segunda edición del programa «Finanzas para la vida», una asignatura de educación financiera que la entidad bancaria imparte en escuelas e institutos de secundaria de la CAV.

A lo largo del recién acabado curso, 1.255 alumnos y alumnas de entre 13 y 15 años han recibido esta materia, que no es impartida por personal docente de los centros, sino por personal asignado por la propia Kutxabank. La entidad bancaria espera que el próximo ejercicio participen en torno a 2.000 escolares.

Según explica Kutxabank, la materia consiste en un «juego de simulación» con el que «se adquieren habilidades financieras básicas». En concreto, los participantes, divididos en grupos, eligen un personaje que Kutxabank identifica en roles como desempleado, estudiante, pequeño empresario o comerciante. Asimismo, escogen una tarjeta con un objetivo económico y con un periodo de tiempo máximo para conseguirlo.

«A lo largo de tres o cuatro sesiones deberán elaborar un listado de ingresos mensuales y gastos teniendo en cuenta todas las variables (ingresos, gastos fijos obligatorios, gastos variables necesarios y gastos superfluos) para llegar a la meta planteada. El profesorado dinamiza el juego con tarjetas de variables que modifican el punto de partida», añade el banco. Entre las variables, visibles en la web finanzasparalavida.com se encuentran las siguientes: «consigues financiación de tus padres de 600 euros a fondo perdido», «bajan los seguros un 10%» o «has ido de cena con tus amigos y has gastado 20 euros».

Otros aspectos que se enseñan a los alumnos están relacionados con el uso de productos financieros como préstamos hipotecarios o para comprar un coche, planes de ahorro o productos de inversión, y se hace especial incidencia en el cumplimiento de las obligaciones adquiridas con la entidad, tal y como se puede ver en un vídeo colgado en la página web.

Opacidad y recelo

Kutxabank sostiene que el programa está «elaborado en estrecha colaboración con los centros de enseñanza» y «pretende facilitar al alumnado la adquisición de una serie de competencias y habilidades financieras que les serán imprescindibles en su transición a la vida adulta». Una premisa que ponen en duda algunos profesores.

Aitor Idigoras, representante de Steilas, apunta que a la hora de desarrollar el contenido curricular a trabajar en los centros educativos esta materia va más allá de la Lomce. «La Lomce no establece quién ha de desarrollar dichos contenidos y en este caso el Gobierno de Lakua lo ha dejado en manos de un banco privado. Eso supone que se está trasladando también una manera concreta de entender dicho contenido, en un contexto determinado», afirma.

Asimismo, denuncia que el departamento de Educación no ha facilitado ningún tipo de información entre los trabajadores: «No sabemos concretamente de qué trata el asunto, pero está claro que la medida tiene un sesgo ideológico marcado. Es curioso que los únicos contenidos curriculares que quedan fuera de la competencia administrativa son las materias de religión, que las establece el propio obispado, y esta que desarrolla ahora un banco».

En cuanto al personal encargado de impartir la materia, señala que se trasladó la petición de que si había que trabajar la materia se hiciera con profesores de Economía, pues existen recursos y conocimiento suficiente para ello. «Si se ha dejado fuera del control administrativo es porque se ha querido dar un sesgo ideológico concreto», insiste.

Recuerda que tuvieron conocimiento de este programa a través de los medios de comunicación, cuestión que les puso en alerta. «De aquella información se desprendía que es una materia que empuja al consumo. A una determinada forma de consumo, a través de la financiación y de un modo muy frívolo. No nos parece un modo neutral para tratar el tema», apostilla.