Ramón SOLA
MESA REDONDA SOBRE DEPORTE E IDENTIDAD

DEPORTE EN LA ERA DE BREXIT E ISLANDIA

EL 99% DE LA POBLACIÓN ISLANDESA VIO A SU EQUIPO GANAR EL LUNES A INGLATERRA. EL DATO PUESTO SOBRE LA MESA POR XABI ALONSO RESPONDÍA A LA PREGUNTA LANZADA AYER EN DONOSTIA. SÍ, EL DEPORTE EMPASTA LA IDENTIDAD COMUNITARIA, Y ALGUNAS POCAS VECES, COMO JOHN CARLIN VIO EN SUDÁFRICA Y RUANDA, TIENE EFECTO POLÍTICO INCREÍBLE.

Cada vez más voces presentan hoy el deporte, especialmente de selecciones, como el sustituto incruento de las guerras de antaño. El sentimiento de colectividad queda claro estos días en la Eurocopa de fútbol y pronto en los Juegos Olímpicos. Un tema políticamente más trascendente de lo que parece, que ayer fue puesto a debate en Donostia entre dos deportistas vascos internacionales (el futbolista Xabi Alonso y la piragüista Maialen Chourraut) y un periodista trotamundos que a menudo escribe sobre deporte como sucedáneo de la vida (John Carlin).

La conclusión de esa estrecha relación es innegable, y eso que en la iglesia del museo de San Telmo se reunieron un renegado y dos agnósticos al respecto. Es curiosa la historia de Carlin, que de niño en Buenos Aires fue primero aficionado del modesto Excursionistas y luego ya del gran River Plate. Al regresar su familia a Inglaterra, las afinidades de su padre lo enrolaron en la hinchada del Manchester United y tuvo su época hooligan. Incluso cuando estuvo siguiendo guerras como la de El Salvador, «con peripecias terribles, a punto de morir, el United siguió siendo mi foco, mi norte moral». Pero hace unos años le ocurrió «algo muy raro, perdí la fe», y ahora lamenta haberse convertido en «un gourmet del buen fútbol, lo que es ridículo; me he aguado y lamento haber perdido aquello».

Referéndum «hooligan»

Pero eso no es nada comparado con la transformación de sus sensaciones respecto a la selección inglesa. Tras muchos años en que «quería que ganase a todo, ya fuera fútbol, rugby, cricket...», de pronto pasó a desear que pierda siempre. Y con más fuerza que nunca este lunes ante Islandia. Entre medio ha ocurrido el Brexit, que tiene entre enervado y devastado a Carlin, como ya ha reflejado en las páginas de ‘‘El País’’. «No entendí por qué quería que perdiera Inglaterra hasta esta semana pasada, cuando en la urnas ganó esa Inglaterra con la que menos me identifico. Su expresión más burda son los hooligan que he visto en cuatro continentes. Y el Brexit ha sido una especie de borrachera hooligan: populismo, demagogia, apelaciones a la xenofobia, irresponsabilidad...», enumeró Carlin.

Sentado a su lado, y aunque sin demasiadas ganas de profundizar en el tema, tras sus años en Liverpool Xabi Alonso confesó también «sentir una tristeza que no me acabo de quitar» por la decisión británica. En Anfield Road, el donostiarra disfrutó del placer de defender una de las camisetas con más sentimiento de pertenencia del planeta. Explicó que era impresionante ir de gira por Indonesia, Australia o Chile y encontrar siempre hinchas reds. Pero sin embargo habló con cierta distancia de los «locos necesarios» y añadió que en su caso personal «te vas profesionalizando y esos sentimientos de hincha quedan apartados en algún lado. Ojalá cuando lo deje pueda recuperarlos, pero creo que ya vengo muy ‘cascado’».

Carlin probablemente puso en un aprieto a Alonso cuando dijo sorprenderle que «estás dando poca importancia al factor bandera». El futbolista regateó hábilmente la pregunta. Chorraut fue algo más explícita para admitir que sí, que a ella cuando compite por una medalla en los Juegos «lo que me gusta sentir es que la gente se está emocionando con mi deporte, no con mis colores. Creo que el espectador se apasiona con las imágenes del deportista, con ver cómo se esfuerza, con sus alegrías y sus tristezas...» Su caso resulta diferente porque el piragüismo es un deporte individual y minoritario, que no tiene masas de hinchas detrás y solo recaba atención «en los seis meses que rodean a las Olimpiadas. Los otros tres años y medio estamos a nuestras anchas».

Hutus y tutsis juntos

El deporte es pegamento para la identidad, pero ¿hasta qué punto se puede usar, o incluso manipular, eso? Carlin es muy conocido por novelar (en ‘‘El factor humano’’) el modo en que Nelson Mandela utilizó el Mundial de Rugby de 1995 para reconciliar y unir a su país. El caso es muy conocido, pero el periodista aportó otro muy desapercibido. Introdujo así la historia: «Si ustedes creen que en el País Vasco es difícil cerrar heridas del pasado, piensen en Ruanda, donde hubo un millón de muertos en cien días, y casi todos a machetazos».

Cuatro o cinco años después de aquella sangrienta guerra tribal de hutus y tutsis, la modesta selección de fútbol de Ruanda fue a jugar un partido con su eterna rival, Uganda, mucho más poderosa. Nunca la había logrado doblegar, pero aquella tarde ocurrió: 0-1. Carlin contó que «la selección volvió a Kigaly a eso de la una de la madrugada. Allí toda la gente se acuesta al ponerse el sol, pero aquel día toda la población salió, estaba allí, en el aeropuerto. A las dos o dos y media de la madrugada hubo que hacer un acto en el Estadio Nacional, con el presidente, 80.000 personas... Y allí había hutus y tutsis que se habían matado poco antes», concluyó.

Con todo, Carlin es realista. «Esos casos son la excepción. No voy a decir que el fútbol sea un factor de amor, paz y unidad. Y verlo como factor de unidad europea es demasiado», respondió al interrogante de la organización del acto, encuadrado en los Diálogos de la Capitalidad Europea 2016. Xabi Alonso también se mostró escéptico: «No sé si es un motor para cambiar cosas o solo un entretenimiento».

Intervenciones

XABI ALONSO

Futbolista

«Fue un shock llegar a Liverpool; viajas por el mundo y tienes aficionados en todas partes»

«Cuando te vas profesionalizando, los sentimientos de hincha quedan apartados»

JOHN CARLIN

Periodista y escritor

«Estoy convencido de que Mandela evitó una guerra civil con el rugby, pero eso o Ruanda son la excepción»

«Noté regocijo en Europa cuando Islandia ganó a Inglaterra, fue un castigo divino»

MAIALEN CHOURRAUT

Piragüista

«Me gusta sentir que la gente se emociona con mi deporte, no con

mis colores»

«El deporte traslada valores y debemos tener buenas costumbres para quien nos tiene idealizados»