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ATENTADO SUICIDA EN ANSBACH

El ISIS reivindica su segundo ataque en Alemania en una semana

El ataque en el que un joven sirio se hizo estallar e hirió a quince personas el domingo en un festival de música en Ansbach (Baviera) fue asumido por el Estado Islámico. El propio autor del ataque –demandante de asilo que iba a ser expulsado– grabó un vídeo en el que se identificaba como «soldado del califato».

El cuarto ataque que se ha registrado en Alemania en una semana –el segundo que asume el Estado Islámico (ISIS) en suelo germano– ha conmocionado de nuevo al país, y elevado la tensión. Identificado como Mohammad D., el sirio demandante de asilo que se inmoló en un festival de música en la localidad bávara de Ansbach el domingo por la noche en un ataque que provocó quince heridos había prestado fidelidad al ISIS, según un vídeo encontrado en su teléfono móvil.

«Expresamente dijo actuar en nombre de Alá, juró lealtad al Abu Bkar al Bagdadi –líder del ISIS– y anunció una venganza contra los alemanes que se interponen en el camino del Islam», explicó el ministro bávaro de Interior, Joachim Herrmann. El propio ISIS asumió que el joven de 27 años era uno de los «soldados del califato», según Amaq, órgano de propaganda de la organización yihadista.

La Policía descubrió en el registro de su vivienda diversos materiales y equipos que podrían «ayudar a construir otras bombas, como gasolina, pilas, alambres o ácido clorhídrico», añadió el ministro. «Si el autor estaba en contacto con el ISIS se está investigando todavía», explicó.

El autor del ataque, originario de Alepo –su cuerpo presentaba heridas de la guerra– y llegado a Alemania en 2014, había visto rechazada su demanda de asilo hace un año e iba a ser expulsado a Bulgaria. La orden de expulsión se había suspendido por problemas sicológicos, pero había sido reactivada.

El ataque iba dirigido contra un festival de música al aire libre en el que participaban más de 2.500 personas, por lo que la Policía señaló que podría haberse producido una matanza si hubiese conseguido entrar. El atacante lo intentó, pero no tenía entrada.

El domingo se cumplía una semana desde que otro demandante de asilo, de 17 años, hiriera a cinco personas con un hacha en la región, afirmando también su pertenencia al ISIS.

En el caso de Ansbach las autoridades creen que, además de la dimensión yihadista, el frágil estado sicológico del atacante pudo haber influido, ya que pasó por una clínica siquiátrica y había intentado suicidarse en dos ocasiones. «No se debe excluir un lazo con el terrorismo internacional ni una inestabilidad sicológica, o una combinación de ambas», indicó el ministro federal del Interior, Thomas de Maiziere.

El Gobierno alemán insistió en no mezclar el caso con el conjunto de migrantes que acoge el país. «No debemos extender las sospechas generalizadas sobre los refugiados, incluso aunque haya procesos contra ellos como en estos casos aislados», afirmó De Maiziere, quien añadió que actualmente hay 59 procesos abiertos contra refugiados por supuesta pertenencia a «grupos terroristas» y esto «frente a cientos de miles de personas que acaban de llegar». Berlín teme que crezca el recelo hacia los migrantes tras los sucesos de los últimos días en un contexto de alta tensión tras una serie de tragedias en Europa y el tercer ataque que tiene lugar en el Estado de Baviera. Además del ataque del domingo con hacha en un tren en Wurtzburgo, el pasado viernes un joven germano-iraní de 18 años mató a nueve personas en Munich disparando sobre la multitud. Y el domingo, un demandante de asilo sirio mató con un machete a su esposa en Reutlingen, en un caso de violencia machista, pero que fue aprovechado por grupos yihadistas para pedir a «lobos solitarios» que siguieran su ejemplo. «Vemos cómo se mezclan estados sicológicos frágiles, terrorismo y criminalidad», dijo el presidente del sindicato de policías alemán, Rainer Wendt, que pidió que se verifique entre los migrantes «quiénes representan un peligro».

En el caso de Munich, un amigo del autor de la matanza, que se había reunido con él poco antes del ataque fue puesto en libertad ayer, al día siguiente de su detención. La Policía le había arrestado al suponer que podía haber denunciado las intenciones del autor del ataque, pero creen que el autor del tiroteo actuó solo. «Mi impresión es que actuó como en un videojuego», afirmó el comisario Hermann Utz.

 

Valls denuncia que la polémica sobre la seguridad obedece a maniobras políticas

El primer ministro francés, Manuel Valls, denunció una ofensiva política de la oposición para «desestabilizar al Gobierno», en medio de una polémica en la que la derecha y la ultraderecha acusan al Ejecutivo de no haber hecho todo lo necesario para impedir el atentado de Niza, el tercero mortífero masivo en Francia en 18 meses. Acusó en particular al líder de la derecha en Niza, Christian Estrosi, exalcalde de esta ciudad. Al igual que el presidente, François Hollande, Valls defendió sin reserva al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, después de que una agente de la policía municipal de Niza acusara al Ministerio de haber ejercido presiones para que se modificara un informe sobre el atentado, en el que murieron 84 personas y 350 resultaron heridas. Bernard Cazeneuve, que ha anunciado una querella, «es un hombre íntegro, un hombre de Estado, un ministro de Interior fantástico«, sostuvo Valls. Desde el atentado, reivindicado por el ISIS, no ha dejado de crecer la polémica. «Todo esto debe cesar (...) Esta idea que el Estado miente, que el Estado tiene algo que esconder, esto alimenta las dudas, divide al país», dijo Valls, quien anunció que la Inspección General de la Policía Nacional entregará en los próximos días un informe sobre las medidas de seguridad en vigor en Niza el 14 de julio. Hollande subrayó también ayer que le corresponde a «la justicia y a nadie más» sacar la verdad a la luz.

Por su parte, familiares de las víctimas del atentado tienen intenciones de demandar al Estado francés y a la Alcaldía de Niza por presunto incumplimiento de su obligación de protección.GARA