El juicio que enfrentó ayer a LAB y a la CGT se alargó más de una hora durante la cual el sindicato francés pidió la anulación de la candidatura de su homólogo vasco. Las razones aducidas por los denunciantes se centraron principalmente en la utilización del euskara y en la idea de que LAB no sería una organización sindical sino un partido político encubierto.

Cinco representantes de LAB fueron ayer a Burdeos acompañados del abogado David Iriart, en lo que el portavoz Eñaut Aramendi definió como una «pérdida de tiempo y de dinero». El juicio se enmarca en la campaña que está realizando la CGT contra las candidaturas con presencia limitada territorialmente o de menor representatividad. El primer sindicato del Estado francés se encuentra en una situación delicada, en la que tiene grandes posibilidades de perder la supremacía ante la CFDT.

Este ataque ha sido rechazado por otras organizaciones sindicales. De hecho miembros de Solidaires estuvieron presentes ayer en Burdeos. Por otro lado Michel Larralde, secretario general de la CFDT en Ipar Euskal Herria, denunció que la CGT vaya juicio para ganar representatividad sobre todo cuando ambos sindicatos llevan tiempo trabajando en común. Algunos miembros y colectivos de empresas del sindicato demandante también se han mostrado en contra de la decisión de acudir a los tribunales.

El apoyo a LAB fue más allá del mundo sindical. Así, la diputada socialista Sylviane Alaux envió una carta en la que reafirmaba el papel que realiza como sindicato que lucha a favor de los derechos de los trabajadores, así como agente activo en la sociedad vasca. También el coportavoz del NPA, Philippe Poutou, les mostró su solidaridad.

La Oficina Pública del Euskara, por su lado, envió un escrito en el que, sin inmiscuirse en la cuestión jurídica, explicaba que su objetivo es trabajar a favor de la normalización de la lengua vasca, tal y como lo permite la constitución. Añadió que el sindicato abertzale también participa en dicha tarea.

Argumentos

Aramendi explicó que «han utilizado argumentos falsos para atacarnos». La utilización del euskara fue una de los temas en el que más incidió el letrado de la CGT, con alegaciones como la de que el nombre de LAB no está traducido, por lo que solo los euskaldunes pueden entenderlo o que la página web es bilingüe. En base a ello, concluye que es una organización que no está abierta a todos los trabajadores.

Otro de los argumentos fue que LAB es un partido en lugar de un sindicato y llegó a decir que el hecho de que una diputada –por Alaux– les dé su apoyo lo demuestra. «Me parece una locura oír eso de la boca de un abogado» afirmó Aramendi.