Beñat ZALDUA
PROCESO CATALÁN

El TC une al soberanismo en defensa de la hoja de ruta independentista

La reacción del independentismo catalán a la nueva suspensión del Tribunal Constitucional fue ayer unánime. Desde un contundente Puigdemont hasta la CUP, pasando por las entidades soberanistas, todos coincidieron en defender la hoja de ruta hacia la independencia frente a las amenazas que llegan, una vez más, desde el Estado.

Nadie sabe concretar cuál es exactamente la hoja de ruta del independentismo catalán, pero el Tribunal Constitucional es capaz de unir a todos los partidos soberanistas en su defensa. Así ocurrió después de que los magistrados del tribunal español suspendiesen las bases del proceso constituyente, aprobadas por el Parlament la semana pasada en contra de las advertencias lanzadas desde el propio TC. Una de las respuestas más contundentes llegó, de hecho, por boca del propio president, Carles Puigdemont: «Obedeceremos, claro que sí. Obedeceremos al Parlament, cumpliremos el compromiso con los ciudadanos y construiremos un Estado libre, moderno y próspero».

La coordinadora general del Partit Demòcrata Català (PDC, la antigua Convergència), Marta Pascal, secundó a su president: «Nada nos hará renunciar a seguir siendo fieles al mandato que la gente expresó en las urnas el 27 de setiembre».

En términos muy similares se pronunciaron también en ERC y la CUP. Desde las filas de los republicanos, el parlamentario en Madrid Joan Tardà consideró que el Estado «ha optado de forma vergonzosa por la vía autoritaria y por la vía judicial». «Nosotros nos mantendremos fieles al Parlament y, si tenemos que desacatar, desacataremos», añadió Tardà, en línea con la diputada de la CUP Mireia Vehí, que fue la primera en salir al paso de la decisión cautelar decretada por el TC. «Pese a la suspensión, seguiremos con el despliegue del proceso constituyente y no acataremos la resolución del tribunal», aseguró.

En el campo unionista no hubo sorpresas –Ciudadanos aplaudió al TC, el PSC lo respetó y CSQP lo criticó–, más allá del increíble patinazo del líder del PP, Xavier García Albiol, que no tuvo ningún reparo en revisar a su antojo la historia y asegurar que el independentismo «puede conseguir lo que no consiguió Franco: poner en riesgo la autonomía y el autogobierno de Catalunya». Una pequeña búsqueda en internet es suficiente para encontrar de inmediato el Boletín Oficial del Estado del 8 de abril de 1938 con el que «el Estatuto de Cataluña, en mala hora concebido por la República, dejó de tener validez» y con el que se devolvió a «aquellas provincias el honor de ser gobernadas en pie de igualdad con sus hermanas del resto de España». Más tarde trató, sin demasiado éxito, de matizar sus palabras.

Cuestión de confianza y RUI

La unanimidad de los independentistas ante la decisión del TC logró suavizar algunas de las riñas del fin de semana, cuando la CUP exigió al Govern que convoque un referéndum unilateral antes de un año (algo que también pide la ANC). En el seno de JxSí hay diferentes ideas al respecto, pero la respuesta a la CUP partió del propio Puigdemont y fue clara: no están en disposición de exigir cosas después de tumbar los presupuestos.

Desde el Govern también han insistido en los últimos días en que la cuestión de confianza a la que el president se someterá el 28 de setiembre estará ligada a la aprobación de los presupuestos de 2017, algo que la CUP rechaza tajantemente.