D espués de tres días de avances, el Ibex pisó el freno y dio un paso atrás que le llevó a los 8.600 puntos. Los inversores se mostraron reacios a mantener la senda alcista al no contar con puntos solventes de apoyo y una respuesta más positiva de Wall Street, que abrió sin rumbo a la espera de la intervención de Janet Yellen en la cita anual de los presidentes de los bancos centrales en Jackson Hole. Aunque las expectativas de encontrar indicios sobre la decisión de la Reserva Federal en la reunión de setiembre sobre los tipos de interés son casi inexistentes, no se puede descartar algún comentario sobre el estado de la economía estadounidense que sugiera la fecha de la subida o una mayor inclinación a endurecer a corto plazo la política monetaria. De momento, ayer se conocieron datos mixtos en Estados Unidos. Si bien las peticiones semanales de desempleo y los pedidos de bienes duraderos mejoraron las previsiones, el índice PMI de servicios mostraba estancamiento.

En Europa, se dejó sentir la caída con fuerza de la confianza empresarial en Alemania, donde el índice Ifo baja este mes de 108,3 puntos a 106,2 puntos. Además, las expectativas para los próximos seis meses han empeorado notablemente.

El Ibex, siempre en rojo durante la jornada, retrocedió hasta los 8.559,50 puntos, después de perder un 0,65%. Otras bolsas europeas repetían el signo negativo: Fráncfort cayó un 0,88%, París, un 0,65%, y Londres, un 0,28%.

En el Ibex, las pérdidas eran lideradas por Popular, que se dejó hasta un 4,11% tras sufrir una rebaja de recomendación. Entre los pesos pesados, todos en negativo, los peores resultados fueron para BBVA (-1,15%) e Inditex (-1,12%).

En París, Valeo y Peugeot se dejaron más de un 2%, mientras que Orange (0,52%) acababa al frente de los ganadores.