«De nuestros libros de historia no vamos a borrar nada ni a nadie. Nuestra verdad no dará la espalda a nadie, pero como consecuencia del conflicto infinidad de personas han visto conculcados sus más elementales derechos, sin reconocimiento ni reparación alguna», declararon ayer familiares y amigos del azpeitiarra Angel Otaegi.

El próximo martes, 27 de setiembre, se cumplen 41 años desde que por orden de Franco este fuera ejecutado en la prisión de Burgos. Ese mismo día también fueron fusilados Jon Paredes «Txiki» en Cerdanyola y otros tres miembros del FRAP: Xose Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García. En una rueda de prensa celebrada ayer en Donostia, anunciaron que se celebrará un pequeño e «íntimo» acto en recuerdo de Otaegi, que tendrá lugar en el frontón Izarraitz de Azpeitia, a partir de las 18.00.

Algo más de cuatro décadas después, su prima Mertxe Urtuzaga, y Ekaitz Agirre, vecino de la localidad guipuzcoana, reivindicaron que desean «una solución que recoja y materialice todos los derechos. Nuestra aportación tiene sentido en esa dirección, trabajaremos por ella», aseguraron, por lo que pidieron que «esta realidad debe ser recogida».

«Sí, les recordamos, los tenemos en nuestros corazones, son parte imprescindible de nuestra memoria colectiva; pero el verdadero significado de esta fecha no tiene que ver con la muerte sino con la vida», subrayaron. También confirmaron que han invitado al acto a la familia y allegados de Paredes «Txiki».