GARA
iruÑEA
EN LA JEFATURA SUPERIOR DE LA POLICÍA ESPAÑOLA

Silencio sobre las causas e identidad del fallecido en comisaría en Iruñea

Un hombre falleció a mediodía de ayer en la comisaría de la Policía española en Iruñea, donde acababa de ingresar detenido. Según la escueta nota que dio cuenta del hecho, de repente los agentes se apercibieron de que no respiraba. No se comunicó oficialmente ni su identidad, ni los motivos del arresto, ni la razón exacta de la muerte...

Diez horas después de haberse producido el deceso (en torno a las 14.00 horas de ayer), a la hora de cerrar esta información ni la Policía española ni la Delegación del Gobierno español en Nafarroa habían facilitado información oficial relevante sobre el fallecimiento del detenido. Los únicos datos trasladados públicamente eran los difundidos en una nota muy escueta a primera hora de la tarde, en la que la Jefatura Superior en Nafarroa se limita a dar cuenta del óbito, apuntar a razones naturales y explicar que se trataba de un hombre y que estaba arrestado, aunque todavía no habría entrado en los calabozos.

El oscurantismo sobre el caso se traduce en que no se han facilitado por el momento la identidad de esta persona (ni siquiera sus iniciales o su edad como suele ser norma), tampoco el motivo por el que estaba detenida, ni las causas a las que se atribuye el fallecimiento, ni otros aspectos como si se hallaba esposado o no.

La versión existente se circunscribe a subrayar que el hombre estaba sentado a la espera de ingresar en los calabozos y asegurar que en ese momento los agentes se percataron de que no respiraba.

Explican que comenzaron a practicarle «de inmediato» maniobras de reanimación cardiopulmonar y solicitaron la llegada de una ambulancia. Añaden que el personal médico que acudió solo pudo confirmar el fallecimiento y que las causas se desconocen.

La nota concluye indicando que el hecho se puso en conocimiento de la autoridad judicial también «inmediatamente». Este primer avance informativo no fue ampliado a lo largo de la tarde por ninguna fuente oficial, por lo que habrá que esperar a la jornada de hoy para conocer más datos.

La nota no fue difundida por canales como la cuenta de Twitter de la Policía española, mediante la que sí se informó ayer de una operación en Jaca para impedir una pelea de perros, se difundió un vídeo de una riña juvenil y se incluyeron otros mensajes como este: «¡Lo hemos vuelto a hacer! Detenido en Tenerife otro de los fugitivos más buscados por el Reino Unido». En cuanto a la cuenta de la delegada, Carmen Alba, la última comunicación incluida es un retweet de la Guardia Civil alusivo a la trifulca producida en Altsasu hace ya diez días.

Esta Jefatura Superior de la Policía española en Iruñea se encuentra ubicada en la calle General Chinchilla del centro de la capital navarra, a muy pocos metros del Paseo de Sarasate, donde tienen sus sedes las dos principales instituciones navarras: Parlamento y Gobierno.

Antecedentes

También la práctica totalidad de los medios dieron escasa trascendencia a este hecho, pese a que las muertes de personas en comisaría suponen un hecho inhabitual e inquietante.

Los casos más conocidos en Euskal Herria se produjeron en 1993 de modo casi consecutivo, en apenas un mes aunque con diferentes contextos: cronológicamente el primer fallecido era un detenido por asuntos comunes llamado Juan Calvo, que murió en dependencias de la Ertzaintza, y el segundo el militante de ETA Xabi Kalparsoro Anuk, cuyo cadáver apareció bajo la ventana de la comisaría de la Policía española en Bilbo. Esto último ocurrió el mismo día en que Gurutze Iantzi, arrestada también por acusaciones de militancia política, perecía en manos de la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid).

Los casos de Calvo y Kalparsoro se saldaron con algunas condenas leves a agentes por «imprudencia temeraria», es decir, reduciendo los casos a irregularidades en la custodia.

En los últimos tiempos han sido los Mossos d’Esquadra los más vinculados a este tipo de fallecimientos. Tras la muerte en 2013 de un empresario cuando era reducido por los agentes en el Raval de Barcelona, que deparó condenas judiciales, otro arrestado murió en la comisaría de Les Corts en el mismo año. Dos más lo hicieron en apenas 24 horas de diferencia en sendas intervenciones de este cuerpo policial en 2014 (Salou y Badalona), y muy recientemente, en julio, otro detenido de 39 años falleció en el cuartel de los Mossos ubicado en Vic.