Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

«Michael Moore in Trumpland», en el epicentro republicano

A lo largo de una hora y trece minutos, Michael Moore arremete con ironía contra Donald Trump en el documental titulado «Michael Moore in Trumpland». Ya está disponible en diferentes plataformas.

La noticia corrió como un reguero de pólvora prendido en cuanto saltó a las redes sociales: Michael Moore había rodado un “documental express” que centraba su atención en Donald Trump. El propio Moore presentó a través de sus cuentas de Twitter y Facebook este largometraje documental, titulado “Michael Moore in Trumpland”, como una «sorpresa de octubre» –término político que se utiliza para definir un giro inusual que se espera a las pocas semanas de que se celebren las elecciones–.

El autor de obras como “Bowling for Columbine” y “Fahrenheit 9/11”, rodó durante dos noches en uno de los feudos de Trump –Wilmington, Ohio– a principios de este mes de octubre y en él se recoge un show protagonizado por el director que fue escenificado en un teatro de la mencionada localidad.

Tal y como puede apreciarse en la obra –de libre acceso en plataformas como YouTube–, Moore alterna el tono afable y la ironía a la hora de desarrollar un discurso destinado a los presentes en la sala donde fue grabado parte del documental.

Territorio Trump

Fiel a su discurso, el protagonista invita a imaginar al respetable lo que podría hacer Trump si logra su intención de acceder a la presidencia estadounidense. Es decir, bombardear la frontera con México, ordenar registros policiales aleatorios o cambiar la Casa Blanca por su club social de Florida. Durante el estreno gratuito de “Michael Moore in Trumpland” que se celebró en una sala de cine de Nueva York y Los Angeles, el cineasta señaló que «nadie necesita una película que le diga por qué Trump es un gigantesco pedazo de mierda y una persona horrible. Por eso, la gente no ve un documental: ya sabe lo que la película va a decirles», y definió a Trump como «un cóctel molotov humano, una granada lanzada por la ira de la penosa situación del país». Teniendo presente que el protagonismo recae sobre el empresario, Moore imprime todo su esfuerzo en evitar que su objetivo con esta película no sea solo ridiculizar al Donald Trump, sino llegar a los abstencionistas que aún no han definido su voto, aquellas personas que, sin apoyar al multimillonario, no acaban por decantarse hacia la candidata demócrata Hillary Clinton.