Esta semana se ha celebrado en la facultad de Economía y Empresa de la UPV el XVI Simposio sobre la Renta Básica incondicional; cita que ha servido para actualizar conocimientos, opiniones y corrientes diversas sobre esta iniciativa que propugna que todo ciudadano, desde el más rico hasta el más pobre, tenga trabajo, sea desempleado o estudiante, cobre una cantidad de dinero que garantice las bases de su subsistencia.

Dicen sus defensores que es el antidoto contra la pobreza, pues aseguraría un bienestar mínimo a toda la ciudadanía. También es, según está versión, la base para una sociedad más libre, pues no hay libertad sin subsistencia material garantizada. El ideal perseguido, por tanto, es impecable. Pero hay visiones progresistas que muestran sus reservas, al ver cierto riesgo de debilitamiento de la clase trabajadora. Auguran, por ejemplo, que la confrontación social por el reparto primario de la riqueza no se daría ya en términos de trabajo contra capital (asalariados frente a patronales), sino de consumidor contra administración.

Pero pese a la divergencia de criterios, el diagnóstico es compartido: las actuales políticas redistributivas, incluidas ayudas como la RGI, no han conseguido acabar con la pobreza. Y el pleno empleo, en las condiciones actuales, tampoco parece que vaya a hacerlo: cada vez hay más trabajadores pobres. En este sentido, el debate sobre la renta básica, sea para defenderlo o para expresar el escepticismo que suscita, no puede ser sino enriquecedor para las fuerzas transformadoras. Solo cabe esperar que debates como el vivido el pasado sábado se mantengan, dando pie a un intercambio dialéctico del cual deben surgir las bases para una propuesta de izquierda acorde a los desafíos del momento. Se trata, además, de un debate que debe saltar la barrera del ideal y entrar en el terreno de la práctica. De lo realizable. Dicho de otro modo: de cómo crear las condiciones para avanzar hacia ese ideal. Porque de poco sirve tener la mejor propuesta si no va de la mano de una estrategia efectiva para implantarla.