Al-Fatah eligió ayer a su nueva dirección, que confirmó la marginación de los opositores a Mahmud Abbas y situó en una posición fuerte a sus posibles sucesores. Marwan Barghouti, líder de la Segunda Intifada, encarcelado en Israel desde 2002, fue elegido fácilmente para el Comité Central con 930 de los cerca de 1.300 votos emitidos. Tras él, Jibril Rajoub, presidente de la Federación Palestina de Fútbol y exjefe de la Seguridad Preventiva en Cisjordania, que obtuvo 878 apoyos.

La victoria de ambos supone un espaldarazo a sus aspiraciones políticas futuras, dada la avanzada edad del actual presidente palestino, Mahmud Abbas, de 81 años, y el debate sobre la necesidad de ir buscando a un sucesor y regenerar las filas del histórico partido.

Durante el congreso, el primero desde 2009, Abbas fue reelegido presidente del partido en una votación que muchos vieron con recelo porque se celebró sin aviso previo y a mano alzada, lo que no dejó margen a una posible disidencia. Además, a diferencia de 2009, cuando fueron invitados 2.600 miembros, a este congreso sólo se convocó a unos 1.400, lo que para algunos evidencia cómo Abbas ha eliminado y perdido apoyos.

Más aún cuando desde fuera de Cisjordania parece cobrar fuerza Mohamed Dahlan, exjefe de la Seguridad Preventiva en Gaza y que, desde su exilio en el golfo Pérsico, parece tener el apoyo del llamado Cuarteto Árabe (Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) como posible sucesor. De momento ha quedado, junto a sus posibles seguidores, fuera de los foros de control de Al-Fatah.