GARA
LUTO POR LA MUERTE DEL LÍDER DE LA REVOLUCIÓN CUBANA

FIDEL CASTRO DESCANSA YA JUNTO A JOSÉ MARTÍ EN SANTIAGO DE CUBA

EN UNA CEREMONIA ÍNTIMA, LAS CENIZAS DE FIDEL CASTRO FUERON DEPOSITADAS AYER POR SU HERMANO Y PRESIDENTE, RAÚL, EN EL INTERIOR DE UNA ROCA DE SIERRA MAESTRA, EN EL CEMENTERIO SANTA IFIGENIA, DONDE DESCANSAN YA JUNTO AL PRÓCER DE LA PATRIA CUBANA JOSÉ MARTÍ. SU EXHUMACIÓN CERRÓ NUEVE DÍAS DE DUELO.

Las cenizas del líder de la Revolución cubana que convulsionó América Latina y el mundo enterio fueron inhumadas ayer en una ceremonia privada en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba a la que solo asistieron familiares y algunos líderes políticos extranjeros especialmente cercanos a Fidel Castro, como los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Bolivia, Evo Morales, y los expresidentes de Brasil Luiz Inàcio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Su hermano, el presidente Raúl, depositó la urna con sus cenizas dentro de una piedra ovoide extraída, según las autorida- des, de Sierra Maestra, que lleva una placa de mármol verde oscuro en la que se lee en relieve: Fidel.

Se encuentra a unos pocos metros del mausoleo del héroe de la independencia, José Martí, y en el mismo camposanto donde reposan algunos de los principales nombres de la historia de Cuba: el padre de la patria cubana, Carlos Manuel Céspedes; el dirigente estudiantil que formó parte del Movimiento 26 de Julio Frank País, y la madre de los generales independentistas José y Antonio Maceo, Mariana Grajales, considerada la matriarca y principal encarnadora del valor de la mujer cubana.

La piedra grisácea, de más de cuatro metros de altura, es similar a la instalada en el Mausoleo del II Frente Oriental, en la montaña de Mícara, donde reposan los restos de Vilma Espín, esposa de Raúl Castro, fallecida en 2007.

El último viaje de Fidel camino al cementerio se inició a las 06.40 hora local (12.40 hora de Euskal Herria) cuando la urna con sus cenizas salió de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo de Santiago de Cuba, donde los restos del líder cubano pernoctaron el sábado. El recorrido final de la urna, que apenas duró 20 minutos, fue presenciado por centenares de personas que se situaron a ambos lados de las calles por las que circuló la caravana, para dar el último adiós al comandante en jefe al grito de «Yo soy Fidel».

Las autoridades bloquearon el acceso al cementerio a los medios extranjeros y a un centenar de personas que querían acceder al mismo con retratos de Castro y gritos de alabanza.

Fidel Castro, fallecido el pasado 25 de noviembre, llegó a su destino final en Santiago de Cuba después de que sus restos recorriesen todo el país siguiendo la Carretera Central en sentido inverso al viaje que el líder revolucionario efectuó en 1959 para hacerse con el poder. Entonces, Castro y alrededor de mil «barbudos», como se conocía a los rebeldes que luchaban contra la dictadura de Fulgencio Batista, partieron de Santiago de Cuba hacia La Habana el 2 de enero de 1959 en una marcha por etapas que se conoció como la Caravana de la Libertad.

Defender el socialismo

Unas horas antes de que sus cenizas fueran depositadas en el cementerio Raúl Castro juró que defenderá la Revolución socialista en Cuba ante decenas de miles de personas que coreaban «Fidel, Fidel».

«Ante los restos de Fidel (...) juramos defender la patria y el socialismo», declaró emocionado Raúl, de 85 años, en el homenaje a su hermano la cuna de la Revolución cubana.

Por expresa petición de su hermano a quien sucedió en el poder en 2006, cuando cayó enfermo, Raúl Castro anticipó que prohibirá por ley las estatuas o monumentos al histórico líder, o que su nombre sea empleado «para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles».

Seguido en coro por la multitud, el presidente también proclamó la sentencia del héroe independentista cubano Antonio Maceo: «Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha».

"!Fidel, Fidel! Hasta la victoria siempre». con esas palabras el mandatario cerró el último acto de masas en memoria de su hermano, cuya personalidad y gestas glosó durante su discurso.

Anoche terminaron nueve días de luto nacional en los que el legado de Fidel Castro despertó pasiones. A partir de ahora Cuba abre una nueva página sin su comandante en jefe.

«El duelo termina, lo que no termina es lo que dijo (Fidel), lo que nos enseñó. A partir de mañana es otra Cuba, pero que sigue por lo mismo», aseguró José Luis Soria, de 42 años.

Muchos cubanos creen que la isla mantendrá el rumbo que trazó Fidel Castro el 1 de enero de 1959 y que ha jurado defender su hermano Raúl. Y junto a él cientos de miles de cubanos, que esta semana han jurado que continuarán con el legado socialista de quien moldeó el destino del país y desafió a EEUU durante medio siglo.

Mientras el cementerio Santa Ifigenia recibía las cenizas de Fidel, el líder revolucionario era homenajeado en el Muelle de Donostia por Sortu. En el acto, Arkaitz Rodríguez destacó los logros de la Cuba revolucionaria en materia de salud y educación, entre otros, y también sus enseñanzas: el valor de la solidaridad y la resistencia, la necesidad de la formación y que existen alternativas al sistema capitalista y neoliberal.

El grupo de refugiados vascos, a través de sus familiares, destacaron el firme compromiso de Fidel con el pueblo vasco y también la protección de dio a quienes buscaron refugio en la isla caribeña.