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BRUSELAS

En la UE se firman cada vez más pactos fiscales con multinacionales

Dentro de la legalidad o al margen de ella, las multinacionales suelen encontrar vericuetos por los que evadirse a las normas fiscales que, al menos en teoría, tienen que cumplir como cualquier persona o entidad obligada a pagar impuestos por sus ingresos. Pese a los últimos escándalos,, en la UE sigue creciendo el número de «pactos fiscales».

El número de acuerdos fiscales beneficiosos para las multinacionales en el grueso de países de la Unión Europea casi se triplicó entre 2013 y 2015, según un informe publicado esta semana por la ONG Red Europea de Deuda y Desarrollo (Eurodad) en el que se analizan 17 Estados miembros y Noruega.

El estudio, que se basa en la información recogida de bases de datos de la propia Comisión Europea (CE) y al que han contribuido una quincena de asociaciones europeas, cifra en 547 los arreglos fiscales entre ese grupo de estados y empresas multinacionales registrados en 2013; en 972 los sellados en 2014; y hasta 1.444 en 2015.

A la cabeza de la lista se sitúa Luxemburgo, con 985 pactos de esa naturaleza firmados entre 2013 y 2015, lo que refuerza su imagen de paraíso fiscal pese a regirse por las normas comunitarias que, teóricamente, persiguen ese tipo de prácticas. El segundo puesto es para Bélgica, con 687, también muy por encima de la media de la Unión, que es de 129, cifra que está cerca del dato del Estado español (163).

Solamente seis de los estados analizados no firmaron ningún acuerdo fiscal con compañías multinacionales en esos tres años: Eslovenia, Malta, Bulgaria, Chipre, Estonia y Croacia.

Una batalla abierta

Este estudio se ha realizado tras el escándalo de “Los papeles de Luxemburgo” o LuxLeaks, una información revelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que en noviembre de 2014 sacó a la luz acuerdos secretos fiscales entre el Gran Ducado y casi 340 multinacionales, entre las que se encontraban Pepsi, Ikea, AIG, Coach o Deutsche Bank. Además, los datos de Eurodad se conocen después de otras polémicas revelaciones, como los “Papeles de Panamá” o la reciente decisión de la CE de obligar a la República de Irlanda a cobrar 13.000 millones de euros a Apple, al considerar que el gigante tecnológico se benefició ilegalmente de ventajas fiscales por esa cuantía entre 2003 y 2014.

«Tras una oleada de escándalos fiscales, el grupo de gobiernos europeos a favor de una mayor transparencia finalmente está empezando a crecer. No obstante, esta batalla aún no se ha ganado, ya que otro grupo de gobiernos sigue oponiéndose», indican los autores del estudio.

Sin embargo, cuando se trata de «evasión de impuestos multinacionales, la fotografía es más preocupante», añaden, a tenor de la «escalada» de pactos fiscales ventajosos de la que dan cuenta en su informe.

Entre quienes sí quieren un incremento de la transparencia fiscal en esa materia se hallan el Estado francés, Holanda y el Estado español, mientras que las reticencias llegan especialmente de Austria, República Checa, Dinamarca, Letonia y Eslovenia.

El penúltimo ejemplo

Al margen del análisis de Eurodad, ayer se conoció otro caso de cómo una multinacional puede verse favorecida fiscalmente dentro de la UE. El grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea en el Parlamento de Estrasburgo presentó un informe en el que critica que Inditex se haya ahorrado 585 millones de euros con su sistema internacional de fiscalidad, unas prácticas que, no obstante, «son legales».

El informe, que toma como referencia el periodo 2011-2014, apunta a que la compañía dueña de Zara y otras conocidas marcas textiles consiguió evitar el pago de varios millones de euros en impuestos a través de «técnicas agresivas».

 

El BCE prorroga las compras de deuda

No hubo sorpresas tras la reunión que mantuvo ayer, en Fráncfort, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que decidió prolongar las compras de deuda nueve meses, hasta finales de diciembre de 2017.

El BCE informó de que mantendrá el volumen de compras mensuales en 80.000 millones de euros hasta marzo y luego lo reducirá a 60.000 millones. Comprará deuda pública y privada de la eurozona «hasta que vea un ajuste sostenido en el ritmo de inflación consistente con su objetivo», que es un índice algo por debajo del 2%.

Además, mantuvo su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0%, precisamente, porque la tasa de inflación de la eurozona apenas sube. También permanece igual la tasa de interés a los depósitos de los bancos a un día (-0,40%), lo que les cobra por el exceso de reservas.

El BCE espera que sus tasas rectoras seguirán a este nivel o más bajas por un periodo prolongado, bien pasado el horizonte de la compra de deuda. GARA