Al menos 13 personas murieron, según fuentes de seguridad a Reuters, por dos explosiones registradas ayer por la noche cerca del estadio Vodafone Arena del club de fútbol Besiktas en Estambul en lo que, según las primeras impresiones de las autoridades, se trataría de un atentado contra las fuerzas policiales que rodeaban las instalaciones al término de un encuentro del equipo local.

Dos horas después de las explosiones, las fuerzas de seguridad turcas detonar un paquete sospechoso también localizado en las inmediaciones, según la cadena NTV. El ministro del Interior, Suleiman Soylu, indicó que una de las explosiones se debió, casi con toda seguridad, a la explosión de un coche bomba conducido por un kamikaze.

Reforma constitucional

El atentado tuvo lugar el mismo día que el partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, entregó al Parlamento su propuesta para la reforma constitucional que concederá al jefe de Estado competencias ejecutivas que supondrán un incremento notable de su poder, tras aceptar varios cambios del ultraderechista MHP . «Si dios quiere, será el comienzo de una nueva era» para Turquía, afirmó Erdogan.

El AKP, que ostenta una mayoría de 316 diputados en el Parlamento, con un total de 550, ha logrado sumar el apoyo del ultraderechista Movimiento Nacionalista (MHP), con 40 escaños, para sacar adelante la modificación de la Carta Magna, que requiere 330 votos.

Una vez superado el filtro parlamentario, «parece que el referéndum podría celebrarse alrededor de marzo, pero también podría dilatarse hasta mayo», aseguró el ‘número dos’ del Gobierno, Nurettin Canikli. La reforma de la Constitución ideada por Erdogan convertirá la Presidencia en un fuerte poder ejecutivo. El AKP la justifica por la «necesidad de estabilidad» después del intento de golpe de Estado y en un momento en el que Ankara está interviniendo directamente en la guerra siria.

La iniciativa va acompañada de una reforma de los sistemas judiciales y de seguridad e incluirá la posibilidad de imputar al presidente por un delito criminal.

Además, podría permitir que Erdogan gobernara durante un tercer mandato hasta 2029 (el reloj electoral se pondría «a cero» en 2019, año en el que se organizarían elecciones legislativas y presidenciales, lo que concedería a Erdogan la posibilidad de ostentar dos mandatos adicionales de otros cinco años). El acercamiento del AKP y el ultraderechista MHP en este pacto político ha ido acompañado de un aumento de la represión contra políticos y organizaciones kurdas. Varias ONG denunciaron ayer en Estambul la devastación de barrios enteros en la provincia de Sirnak, en una ofensiva militar durante nueve meses bajo toque de queda. Miembros de la plataforma Solidaridad con Cizre Sur pudieron entrar en zonas afectadas y comprobar que más de 2.000 casas resultaron destruidas.