Fue el tercer ataque de este tipo en menos de cuatro meses en esta gran ciudad portuaria del sur del país. Los tres fueron reivindicados por el ISIS.

Ayer por la mañana, un kamikaze hizo estallar sus explosivos mientras los soldados estaban reunidos para cobrar sus salarios en una base en el nordeste de Adén, según indicaron responsables militares. El kamikaze se introdujo entre la multitud de soldados delante de la residencia de un jefe militar cerca de la base de Al Sawlaban, situada en el barrio de Al Arish, antes de perpetrar el atentado, precisó uno de ellos.

El atacante «se dirigió a soldados congregados delante de la residencia, en una zona abierta y sin seguridad», añadió.

Después del atentado, el suelo estaba lleno de manchas de sangre y recubierto de restos de zapatos y de ropa, según un fotógrafo de la agencia AFP.

El propio ISIS afirmó en una nota divulgada en Twitter que «el mártir Abu Hashem al Radfani consiguió cruzar los controles de seguridad y hacer estallar su chaqueta de explosivos en medio de una concentración de miembros de la seguridad».

El 10 de diciembre hubo otro ataque parecido, reivindicado también por el ISIS, en el que perdieron la vida 48 soldados que estaban esperando para cobrar su sueldo. Y el 29 de agosto, un kamikaze al volante de un coche bomba se abalanzó contra un grupo de jóvenes reclutas del Ejército en Adén, causando 71 muertos. El ISIS también asumió la autoría de dicho ataque.

Al Qaeda, sobre el ISIS

El pasado jueves, la otra organización yihadista activa en Yemen, Al Qaeda, tomó distancias con el atentado suicida del 10 de diciembre, afirmando que el ISIS es una formación «marginal» que busca «sembrar cizaña» entre las tribus y Al Qaeda.