gara, donostia
EDITORIALA

Kalera Kalera ilumina un deseo y marca un camino

Más de un millar de ex presos vascos comparecieron ayer en Usurbil en el último acto de la iniciativa Kalera Kalera. Tras un mes de dinámicas pequeñas y grandes, públicas y privadas, moviendo pueblos y barrios, iluminando con sus candiles un deseo y marcando un camino, cederán el testigo y el protagonismo a otros actores para articular un espacio humanitario y político con el fin de vaciar las cárceles. Siempre con un futuro de libertad, de paz y de justicia por bandera. Kalera Kalera ha conseguido algo remarcable: proyectar motivación positiva y acumular ilusión, mostrando solidaridad y arrope a presos y refugiados y conectando con la sociedad, algo fundamental para que cualquier iniciativa política carbure. A cinco días de la manifestación convocada por Sare el próximo sábado en Bilbo, que se prevé colosal y espectacular, la dinámica irradiada desde Usurbil ha contribuido decisivamente a su seguro éxito.

Los ex presos vascos han subrayado la necesidad de compactar un nuevo espacio social e institucional en torno a tres objetivos: articular dinámicas humanitarias y políticas para liberar a sus compañeros y compañeras gravemente enfermos, para terminar con la dispersión y para que las instituciones se hagan con la competencia de prisiones. Y quieren hacer ese camino respetando siempre y en todo momento al Colectivo de Presos Vascos (EPPK) y a sus decisiones, arropándolas y proyectándolas; avanzando para poner fin a la legislación de excepción; usando medios y medidas que achiquen el espacio, que le pongan difícil al Estado mantener su actitud de venganza, su estrategia de bloqueo del independentismo vasco.

Vaciar las cárceles es también una inversión de futuro para Euskal Herria. Un nuevo punto de partida que requiere un gran acuerdo, un consenso de país. Tras la iniciativa Kalera Kalera parece ahora más posible. Entre todos debe hacerse que pronto sea algo inevitable.