ATLÉTICO 3

EIBAR 0

Trámite o proeza. Eibar y Atlético de Madrid decidirán en qué convierten los noventa minutos que les enfrentarán el próximo miércoles en Ipurua, aunque teniendo en cuenta los tres goles que le cayeron ayer al cuadro armero y el equipo que tendrá enfrente, solo los más optimistas, por no decir ilusos, apostarán por la gesta.

Más aún si el Eibar comete errores como los que le costaron la derrota en el Vicente Calderón. Costosos en cualquier caso, letales ante el Atlético, acostumbrado a vivir de los desaciertos rivales. Fueron, de hecho, muy puntuales, dentro del buen partido general que protagonizaron los guipuzcoanos, pero suficientes para que el techo copero del Eibar se quede hasta otra edición en estos cuartos que disputa por primera vez.

Su intención era otra, por muy a contrapié que pueda pillarle ahora mismo el torneo, con un calendario ajustadísimo y media docena de hombres en la enfermería. Ya lo había reconocido la víspera José Luis Mendilibar, convencido de que el equipo pelearía sus opciones, y lo confirmó ayer con su alineación. Aunque tampoco tiene demasiadas alternativas y volvió a recurrir a futbolistas con menos minutos en Liga como Rivera, Bebé o Gálvez, el once que presentó el zaldibartarra no es precisamente el del cordero que se encamina al degolladero.

Tampoco lo fue su juego, pese a que echó en falta una mayor presencia de su director habitual Fran Rico, que disputó, posiblemente, el partido más gris desde que viste la camiseta azulgrana. Pero entre las galopadas de Ander Capa y Rubén Peña –como ante Osasuna tras la lesión de Juncà, el abulense actuó en el lateral zurdo, y con buena nota– por las bandas y las intermitentes, demasiado, intentonas de Bebé, el Eibar se vio muy vivo. Sensación a la que contribuyó una defensa muy solvente. Hasta que dejó de serlo, claro.

A la primera

Pero se repitió, en buena medida, la reciente historia del partido que había enfrentado apenas diez días antes a los mismos protagonistas. Buena pinta, mal resultado. Tampoco sufría esta vez el Eibar –aunque tampoco un Atlético que sí lo había hecho en Ipurua–, pero a su rival le bastó rematar una vez a puerta para marcar. Mateu Lahoz, guiado por su linier, anuló el gol de Savic por fuera de juego. Pero no importó. Porque solo tres minutos después llegó el segundo remate entre los tres palos de los colchoneros y esta vez el gol sí valió. Lo posibilitó Yoel, que tan bien lo había hecho hasta ahora, pero que salió a por uvas, permitiendo que Giménez cabecease una falta botada por Koke y Griezmann tocase en última instancia para firmar el 1-0.

Pese a que un gol puede, y acostumbra a, ser definitivo ante el Atlético, aún con 150 minutos de eliminatoria por delante, el Eibar se rehízo del disgusto. Hasta el punto de que Adrián dispuso de una ocasión inmejorable apenas un minuto después. También la segunda parte comenzó con los azulgranas buscando a Moyá. Su rival ni se inmutó, sabedor de que recibía balinazos mientras calibraba sus cañones, que no tardó en disparar.

A la hora de partido, Carrasco aparecía por primera vez para, con un puntito de fortuna, marear a la zaga visitante y habilitar a Correa para el 2-0. Y apenas diez minutos después, la defensa azulgrana se bastaba para aturdirse sola en un saque de esquina que primero peinó Griezmann sin oposición y finalmente remató, igualmente tranquilo, Gameiro.

Ahí acabaron, si no lo habían hecho antes, el partido y, por añadidura, la eliminatoria.

Complicado pero no imposible

Nadie en el Eibar quiere arrojar la toalla, al menos de cara al público, anunque José Luis Mendilibar y sus hombres reconocen que la eliminatoria queda muy complicada tras el 3-0 del Vicente Calderón. «No se puede decir nunca que esté decidida, hay que jugar el partido. Pero es muy complicado. Si es muy difícil hacerles un gol, hacerles tres...», admitió el técnico zaldibartarra.

Consecuencia de un partido en el que el Atlético volvió a ganar «jugando a lo que sabe. El primer tiempo parece que puedes competir pero lo hacen tan bien que te hacen cometer errores y les vale. Ha llegado un error nuestro y luego han sabido aprovechar otras dos jugadas para hacernos el 3-0. No te perdonan nada», lamentó Mendilibar, ante la frustrante realidad. «Con el Atlético de Madrid no nos sale nada bien. Ni el juego, ni el resultado, ni parece que el árbitro», aseguró, en referencia al posible fuera de juego en el tercer gol rojiblanco.

Antes de buscar la proeza frente al Atlético, los eibarreses reciben el domingo al Barcelona. Otro rival imponente, aunque «diferente» al madrileño. «No tiene nada que ver. También es verdad que si cometes errores, fíjate los jugadores que tienen y lo que te pueden hacer. Pero la forma de jugar no es la misma. Quizá el Barcelona tiene más calidad pero el Atlético de Madrid sabe perfectamente a lo que juega y lo hace de maravilla, rara vez le vas a pillar en un renuncio y al Barcelona igual sí».

Ander Capa, por su parte, lamentó la «dureza» del resultado, tras un partido en el que «creo que hemos estado bien en líneas generales. La primera parte ha sido buena, aunque en la segunda hemos bajado. Pero la sensación es dura, es una derrota contundente». Pese a lo cual, ni quiere descartar nada. «Va a ser complicadísimo pero hay que pelearlo hasta el final», aseguró. Coincidía Álex Gálvez al afirmar que la eliminatoria «sentenciada no está, aunque será muy complicado. pero vamos a seguir poniéndole el mismo interés». Repecto al partido de ayer, destacó la «efectividad» del Atlético como clave de la derrota. GARA

Escalante no podrá jugar el partido de vuelta

Gonzalo Escalante vio ayer su tercera tarjeta en la competición, con lo que no podrá disputar el partido de vuelta frente al Atlético el próximo domingo. El argentino también está apercibido en Liga, como sus compañeros de zona Dani García y Fran Rico.

Vuelta al trabajo para preparar la visita del Barça

No habrá más descanso esta semana para los azulgranas, que regresaron anoche tras el encuentro. José Luis Mendilibar ha citado a sus hombres en Atxabalpe (11.00), donde comenzarán a preparar el encuentro frente al Barcelona, para el que, con solo 16 jugadores disponibles, tendrá que volver a recurrir al filial.