La reacción vino ayer de la mano de los sindicatos ELA, LAB y Steilas que consideraron «un disparate» y calificaron de «escandaloso» que la consejera Cristina Uriarte «ataque precisamente al personal de Educación». Además, lo consideraron «extremadamente grave» en un contexto de «recortes en plantillas», tasas de temporalidad «inaceptables», aumento de ratio de alumnos por aula y en un escenario de «políticas lingüísticas que no garantizan el conocimiento del euskara y que van hacia la mercantilización de la educación». A ellos se sumó CCOO que no acepta «que el Departamento haga responsable al colectivo docente de su propia ineficacia».

Lo cierto es que desde el shock que los resultados del informe PISA produjeron en diciembre hasta este miércoles en que han planteado las medidas, el departamento de Educación no ha hecho público un diagnóstico sobre las razones o problemas que se esconden tras los datos. A falta de estas explicaciones, todo hace pensar que las medidas llevan implícitas las razones, y el hecho de que las novedades se centren en cambios que afectan a la capacitación del profesorado pone sobre este colectivo el foco de la responsabilidad.

Acceso a Magisterio

Uriarte se vio obligada ayer a dar más explicaciones acerca de la prueba de admisión específica para los estudios de Magisterio, una de las propuestas lanzadas. Dijo que responde a una demanda de la comunidad educativa para incidir en la formación y añadió que «ya se hace en otros lugares» del mundo.

Reiteró, en ese sentido, que Lakua ya trabaja junto con las universidades «en la posibilidad de establecer una prueba de admisión en Magisterio, de forma que su capacitación esté bien orientada desde el inicio». Sin embargo, esta medida dista mucho todavía de ser un planteamiento mínimamente elaborado. Aunque las Escuelas de Magisterio de los tres campus con los que cuenta la UPV-EHU ya tenían alguna referencia al respecto, todavía no hay una comisión de trabajo y menos un proyecto, ni tan siquiera esbozado, en relación al mismo. Por esta razón, desde estas escuelas declinaban ayer manifestarse al respecto y remitían el contacto al gabinete de comunicación de la UPV-EHU. Desde allí se expresaba la disposición de la universidad para colaborar, pero eludían hacer más declaraciones.

El PP sitúa el problema en la «obsesión por euskaldunizar»

De poco sirvió la encomienda a la esperanza hecha por Cristina Uriarte para que el informe PISA no se utilizara como arma arrojadiza. Al menos no para el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, que aprovechó las declaraciones de Uriarte y la polémica levantada para aseverar que existe un «problema serio» en el modelo educativo vasco en el que se ha sometido «todo» a la «obsesión por euskaldunizar» a la población y que, además, ha resultado «un fracaso».

«Hay prioridades que son importantes, pero no pueden ser todo», afirmó Alonso en una entrevista en Radio Euskadi, y también criticó que la consejera de Educación desplazara la responsabilidad al cuerpo docente. «Si cree que el profesorado carece de una formación suficiente, que ofrezca planes de formación». «Ahora –añadió– dice que para ser profesor hay que tener una nota muy alta y, si no, no pueden acceder al magisterio. Parece que está diciendo que la culpa ha sido de los profesores». «Ya es hora de empezar a hablar de conocimientos de matemáticas, de lengua... de cómo salen preparados los jóvenes vascos en relación a los europeos».

En este sentido, quiso recordar a la consejera que los estudiantes de la Comunidad Autónoma Vasca están «a la cola en PISA en los resultados del conjunto de España» y reiteró que «hay un problema serio con el modelo educativo» y la euskaldunización.