Arnaitz GORRITI
Elkarrizketa
XABIER AÑUA
EXENTRENADOR DE SASKI BASKONIA

«Cuando jugamos con energía, ganamos; o al menos luchamos»

El Saski Baskonia de 2017 no se puede explicar sin los precursores que, como en la Copa de 1967, trabajaron con denuedo para que en Gasteiz hubiera baloncesto de élite. Xabier Añua fue un pionero en ese sentido: inquieto, viajero, curioso, abierto de mente y corazón. La Asociación de Entrenadores lo homenajeaba ayer y, como tal, opinaba de la Copa y también de Saski Baskonia.

Estoy viviendo una sobredosis de emociones», reconocía Xabier Añua en el homenaje dispensado por la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto –AEEB–. El viejo maestro, entrañable y atento con los jóvenes y los mayores, evocaba al mismo tiempo la victoria del jueves de Saski Baskonia y la Copa que acogió Gasteiz en 1967, en el que los entrenados por Añua plantaron cara al Real Madrid de Pedro Ferrándiz hasta caer en la final por 80-85. «El impulso de aquel KAS de Vitoria fue el precursor del actual Saski Baskonia», coincidían Xabier Añua y su antiguo jugador, Txema Capetillo.

¡Algo bueno habrá hecho para que dentro y fuera del Baskonia lo hayan reconocido!

En la vida, cuando vas sembrando ilusión, cariño, pasión, humildad y alegría, al final siempre recibes algo. Pero es que yo he recibido demasiado.

Joan María Gavaldá, Aíto García Reneses, Eduardo Portela, Sergio Scariolo... todos estaban con usted, y usted estaba entre hombres de baloncesto, en su salsa.

Son los amigos de toda mi vida, que es lo que te queda. A diferencia del basket de hoy, que tiene mucho de impersonal, los que coincidimos desde hace 50 años seguimos guardando mucha amistad.

Lo que es yo, soy un hombre de pueblo, y no quiero alejarme nunca de él, pero quiero expandir a partir de ahí toda nuestra solidaridad y alegría de vivir hacia los demás, en mi caso a través del baloncesto. Creo que somos así y quiero que lo sintamos así; con alegría y con pasión.

¿Se reconoce esa pasión suya en la ciudad y en la Copa?

Sin duda. Gasteiz vive con una intensidad tremenda el deporte en general, y en particular el baloncesto.

Ahora veo en los niños, que a través de sus profesores están deseando esa forma de vivir: solidaria, sin fronteras, rompiendo un poco las barreras. Ahora ya no hay diferencias ni de edad, ni de sexo, ni de nada. Se dice de los vascos que no somos abiertos y opino que somos los más abiertos en el sentido solidario y deportivo que vengo defendiendo. He luchado en mi vida desde siempre en ese camino y creo que seguiremos luchando.

Respecto al partido del jueves. ¡Volvimos a defender!

Bueno, sí, pero creo que todavía le falta un poquito. Cuando el equipo juega con energía, puede ganar. Pero solo cuando juega con los jugadores más energéticos, porque cuando están los que no tienen esa energía, veremos un bajón tremendo. Pero bueno, no deja de ser un juego y vamos a luchar por ser buenos en ese juego. Y si no, y gana otro, vamos a intentar alegrarnos de que el otro que gane haga y sienta lo mismo que nosotros.

¿Cómo ve el partido ante el Real Madrid?

Igual de difícil que si tuviera que jugar frente a Andorra, porque ambos son rivales ante los que vamos a competir siempre, y ante los que podemos ganar, o bien perder.

¿Qué fue lo que más y lo que menos le gustó del Baskonia?

Mientras tengamos jugadores como Larkin, veremos un Baskonia maravilloso. Esa gente que da, que crea y que recibe de los compañeros, es una maravilla. Y alrededor tiene jugadores que trabajan, como Tillie o Hanga, que transmiten alegría. O Diop, que es un gasteiztarra más, ¡qué alegría y qué energía da!

Y del otro lado, que Bargnani se ve que no es un hombre con energía. Para eso se le contrató, pero no tiene esa energía. O al menos no lo saca, porque su carácter es así. Por eso, sus otros compañeros tendrán que dar una energía suplementaria y que Sito lo sepa compensar, que yo creo que lo sabe hacer muy bien.

¿Le parece que los derrotados del jueves dignificaron el torneo por haber mantenido opciones hasta el final?

¡Exactamente! Tenerife pudo ganar y Andorra debió haber ganado. Pero ya está. El Baskonia sigue adelante y si no ganamos, tendremos un disgusto enorme, pero seguiremos luchando para ser campeones. ¡Ojalá seamos campeones!, pero si no lo somos, al menos que seamos dignos de haber sido campeones y el público sea digno de haber traído esta Copa a Gasteiz. Esto es un juego, y la parte lúdica nunca se puede perder.