Raimundo Fitero
DE REOJO

Europa

De Europa me interesa todo aquello que se acomoda a mi idea de una Europa que encabeza la defensa de una sociedad democrática y que se coloca en la vanguardia de los derechos sociales, económicos y políticos. Perdón, parece que esté preparando el discurso para alguna campaña electoral, pero es que recibimos de los tribunales europeos sentencias que nos colocan ante el ataque de rabia y otras que nos ayudan a comprender que existen más posibilidades de ordenamiento jurídico y la defensa de valores básicos.

El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo ha condenado al Estado español por no proteger el honor de la cantante mexicana Paulina Rubio, pero la noticia se ha quedado en un asunto menor dentro de unos medios de comunicación que en todos los órdenes de la importancia jerárquica noticiosa están basándose en el rumor, en la información falsa y en un todo vale que ahora Donald Trump va a consagrar. Vengo señalando que la información deportiva y la seudo-política se han convertido en una suerte de “Sálvame”. Nada es cierto, todo se insinúa, los tertulianos pueden decir la mayor infamia y no pasa nada.

Algunos programas televisivos aseguraron que Paulina Rubio era lesbiana. Y ella solicitó defensa del honor y de la imagen. Los tribunales españoles no le dieron la razón. Y recurrió a Estrasburgo donde han sentenciado que hay que proteger a las personas, pero yo entiendo que se refiere de paso a que hay que preservar a la sociedad entera de las falsas informaciones, de los informes policiales manufacturados con intención política, por la mentira y la difamación de individuos como Inda, por poner un ejemplo, que es capaz de mentir en el mismo día sobre política y sobre fútbol con una impunidad que no me parece nada europea, sino muy carpetovetónica.