El oñatiarra Anjel Telleria, de 60 años y que residía en México, está desde el viernes en la cárcel madrileña de Soto del Real tras una entrega fulminante, que se justifica oficialmente en el intento de evitar la prescripción de un atentado de ETA con resultado de muerte en 1981.

La noticia del arresto se conoció el jueves, pero para entonces Telleria ya había sido introducido en un avión con rumbo a Barajas. Nada más aterrizar se le condujo a la Audiencia Nacional, donde compareció con abogado de oficio y fue enviado a prisión. Sus letrados de confianza no pudieron personarse en el caso y visitarle hasta ayer.

Es entonces cuando han conocido que a Telleria se le imputan «depósito de explosivos», «asesinato terrorista» y «pertenencia a banda armada», todo ello sobre la base de una declaración producida bajo denuncia de torturas en los años 80.

La última diligencia judicial sobre ese atentado de 1981 consistiría en la personación de la AVT en el año 1997, es decir, hace ahora veinte años, que es el tope de prescripción.

Piden la libertad

La defensa reclamará la puesta en libertad de Anjel Telleria, tras esta entrega y excarcelamiento exprés en el que sí se le permitió ser visitado por sus familiares el sábado en Soto.

La liberación fue demandada igualmente ayer en la concentración convocada por Sortu en Bilbo. La protesta se llevó a cabo ante la subdelegación del Gobierno español en Bizkaia situada en la Plaza Elíptica, pero la protesta se hizo extensiva tanto a la actitud de Madrid como a la implicación de México en esta operación.