Garbiñe Aranburu, Igor Arroyo y Maider Jauregi, tres de los candidatos a dirigir durante el próximo lustro LAB, comparecieron ayer en Bilbo para dar nuevos detalles del proceso congresual que finalizará el 25 y el 26 de mayo en Gasteiz. No hay ponencias alternativas a las planteadas desde la Ejecutiva saliente, lo que supone que nadie pone en cuestión las líneas maestras en las que se pretende incidir desde la central para articular un proceso soberanista con la vista puesta en construir un modelo socioeconómico alternativo al actual.

Jauregi, que aspira a repetir como responsable de Comunicación, informó de que se han presentado 167 enmiendas a la ponencia político-sindical y alrededor de un centenar a la de organización. Garbiñe Aranburu, que sucederá en menos de dos meses a Ainhoa Etxaide al frente del sindicato, manifestó que uno de sus retos es reforzar su modelo de acción sindical «para llegar mejor a todos los sectores que sufren la precariedad», desde la dirección a los pueblos, y destinando «más recursos» para que LAB sea un referente para todos los sectores que la sufren.

LAB persigue tras su noveno congreso fortalecer la lucha contra la precariedad, y unido a ese objetivo, la dinámica movilizadora activando a aquellos amplios sectores que la padecen a día de hoy. Aranburu explicó que impulsan el desarrollo de un proceso soberanista para alcanzar la meta del Estado vasco con el objetivo de disponer de los instrumentos para construir un modelo socioeconómico en el que se pueda vivir dignamente frente al capitalista, «donde es imposible».

Aranburu aseguró que con la renovación de su modelo de acción sindical intentarán llegar mejor a los sectores más precarizados, con la meta de lograr la «reconstrucción de la clase trabajadora», reconociendo todo tipo de trabajo, no solo los que tienen que ver con una realidad laboral estable.

Uno de los retos para los próximos años es profundizar en la alianza estratégica con ELA, algo en lo que el sindicato que dirige Txiki Muñoz también coincide y lo subraya en la ponencia que se ha planteado para su congreso de junio. «Hay camino por recorrer. Hemos empezado a andar y esperamos que llegue a buen puerto», añadió Aranburu al ser interpelada sobre ese acercamiento entre las principales fuerzas sindicales del país.

Una dirección «mucho más colegiada» y paritaria

Garbiñe Aranburu explicó ayer en la presentación de la plancha propuesta para el Comité Nacional de LAB que abogan por una dirección «mucho más colegiada», donde ella, desde la Secretaría General, e Igor Arroyo, como secretario general adjunto, sean los encargados de representar a la central ante otros sindicatos, patronal e instituciones.

Aranburu incidió en el perfil de las 19 mujeres y los 19 hombres, que se han propuesto buscando «capacidad de reflexión y debate ante los retos» que se plantean, incorporando a jóvenes, aunque no supone una novedad después de la renovación que se produjo en el congreso de Barakaldo, donde Ainhoa Etxaide relevó a Rafa Díez. De todos modos, se trata de una lista abierta a la que se pueden presentar alternativas en las distintas responsabilidades, eligiéndose ya sea a nivel comarcal o a los confederales en el congreso por parte de los 500 delegados que acudirán a Gasteiz.

LAB se dotará, señaló Arroyo, de un gabinete de estudios para aportar a nivel interno a su estrategia político-sindical, contribuyendo al «nuevo ciclo de lucha» que pretenden implementar para alcanzar otro modelo socioeconómico. Además, creará una escuela feminista y una secretaría feminista que refuercen el debate sobre esta perspectiva en su seno, que liderarán las mujeres pero donde el conjunto del sindicato participará activamente. A.G.