Dabid LAZKANOITURBURU

Le Pen deja noqueado a Macron en su primer día de campaña electoral

Macron despertó abruptamente del sueño de un camino de rosas a El Elíseo. La visita a Amiens, su ciudad natal pero feudo de Le Pen, se trocó en pesadilla cuando la rival ultraderechista aireó sus vergüenzas globalizadoras al visitar a los trabajadores de una empresa que será deslocalizada y que, paradojas, es filial de una multinacional de EEUU.

Criticado por apresurarse a celebrar en una cervecería parisina su primer puesto en la primera vuelta –lo que evidenciaría que ya se ve como presidente–, el candidato socioliberal, Emmanuel Macron, decidió ayer reaccionar y se lanzó a hacer campaña en el norte del país, uno de los feudos de su rival, la candidata de la extrema derecha del Front National, Marine Le Pen.

Los programadores de campaña decidieron que Macron fuera a Amiens, donde pese a ser su ciudad natal ganó Le Pen, para reunirse con delegados sindicales de la sucursal de la multinacional estadounidense de electrodomésticos Whirpool, amenazada por un proyecto de descolonización a Polonia.

Mientras Macron se reunía con los delegados en la Cámara de Comercio de la ciudad, Le Pen contraprogramó y fue a la fábrica, donde se hizo selfies con los trabajadores en huelga y se presentó como la candidata «de los obreros, de los trabajadores, de los franceses que no quieren ser privados de sus empleos y su poder adquisitivo».

Pillado a contrapié, Macron reaccionó acusando a Le Pen de «utilizar políticamente» la grave situación de la filial, cuyo cierre y deslocalización a Polonia anunciado para 2018 amenaza el futuro de sus 290 asalariados, además de decenas de empleos de subcontratas e indirectos.

Macron, que por la mañana había rechazado visitar a los piquetes, reculó y fue a la fábrica por la tarde, donde fue abucheado y recibido con gritos de «¡Marine presidenta!».

«Elegir Francia» o EEUU

De poco le sirvieron a Macron sus argumentos de que si gana Le Pen «el poder adquisitivo de los franceses se desplomará» y de que «si salimos de la UE esta fábrica cerrará, como muchas otras en Francia». Uno de los huelguistas le espetó directamente si está «a favor de la globalización». A Macron, defensor acérrimo de este proceso, no se le iba a ocurrir responderle que el trabajo por el que le interpelaba es consecuencia directa de esa globalización.

Enfrente, Le Pen protagonizaba su primer golpe de efecto en la segunda vuelta. Y lo hacía en el mismo día en que su equipo de campaña presentaba el nuevo eslogan: «Elegir Francia», que sustituye a «En el nombre del pueblo».

Le Pen elegía Francia defendiendo los puestos de trabajo de la filial de una multinacional estadounidense. Esperemos que a Trump no se le ocurra recordar aquello de «America first».

Mélenchon no desvelará su posición hasta el 8 de mayo

El candidato a la primera vuelta de La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon, no hará pública su opción personal sobre a quién apoyará en la segunda vuelta hasta que pasen las elecciones. Su portavoz, Alexis Corbière, confirmó que Mélenchon no saldrá del hermetismo que mantiene desde que fue derrotado en la primera vuelta de los comicios, en la que quedó en cuarta posición pero con un buen resultado del 19,6% de votos. Hay que «diferenciar entre una opción íntima y una opción política», subrayó Corbière antes de confirmar que existe diversidad de opiniones en el seno de la plataforma, que ha convocado a sus seguidores a una votación popular para decidir el sentido del voto. Los «insumisos» están llamados a elegir entre votar a Emmanuel Macron, en blanco o abstenerse, aunque bajo la consigna clara de «ningún voto para Marine Le Pen», insistió el portavoz.

Las 430.000 personas que se registraron como «apoyos» de Mélenchon para su campaña tendrán hasta el viernes para expresar su opinión.GARA