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NUEVA YORK

EEUU aumenta la presión ante el «catastrófico» riesgo norcoreano

Estados Unidos reclamó ayer en Naciones Unidas más presión sobre Corea del Norte para forzarle a abandonar su programa nuclear y balístico, un llamamiento al que China y Rusia respondieron con el argumento de que el diálogo es la única salida posible, mientras el organismo internacional alertaba sobre el riesgo de una escalada militar.

EEUU lanzó ayer un llamamiento a afrontar la amenaza nuclear que plantea Corea del Norte, exhortando a China a ejercer su influencia «única» sobre su aliado y evitar «consecuencias catastróficas».

Al presidir por primera vez una reunión ministerial de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, instó a poner en marcha una campaña de presión sin precedentes para forzar a Corea del Norte a frenar su programa nuclear y balístico.

En las últimas semanas, EEUU ha venido endureciendo su mensaje contra Pyongyang, advirtiendo sobre la posibilidad de un conflicto armado, y ha dejado clara su disposición a utilizar la fuerza si es necesario.

«No actuar ahora ante el problema de seguridad más apremiante en el mundo, podría traer consecuencias catastróficas», dijo Tillerson, quien reiteró que «todas las opciones deben estar sobre la mesa».

Donald Trump reiteró la noche del jueves su preferencia por una solución negociada, subrayando el riesgo de una confrontación militar.

La propia ONU expresó su «alarma» por el riesgo de que ese programa genere una escalada militar «incluso por un error de cálculo o malos entendidos».

«La amenaza de una ataque nuclear contra Seúl o Tokio es real, y probablemente solo es un problema de tiempo antes de que Corea del Norte desarrolle la capacidad de atacar territorio estadounidense», dijo.

Por eso, instó a ejercer más «presión diplomática y económica» sobre Pyongyang, que ya sufre duras sanciones, y por aumentar su «aislamiento financiero» con nuevas sanciones.

Pero EEUU también aspira a que China tome el liderazgo político usando su influencia económica sobre el Pyongyang.

El canciller, chino Wang Yi respondió a Tillerson, advirtiendo de los riesgos de acciones militares como represalia al programa armamentístico norcoreano. «El uso de la fuerza no resuelve las diferencias y solo llevará a mayores desastres», expresó Wang, para quien el diálogo y las negociaciones con Pyongyang son la única opción «correcta, realista y viable» para intentar resolver la crisis y no la imposición de más sanciones.

En tanto, Rusia advirtió contra la imprudencia. Con palabras similares dirigidas a Washington y Pyongyang, el vicecanciller ruso, Gennady Gatilov, indicó que «la retórica temeraria ha llevado a una situación en la que todo el mundo se pregunta seriamente si va a haber una guerra o no».

Tanto China como Rusia consideran que, para que haya una solución, EEUU debería dar un paso atrás en el Extremo Oriente, donde mantiene una importante presencia militar y donde está desplegando un escudo antimisiles muy criticado por Pekín y Moscú.

«Todos deben saber que Corea del Norte no renunciará a las armas nucleares mientras haya una amenaza directa contra su seguridad. Y eso es lo que ven los norcoreanos en las maniobras militares a gran escala de EEUU», sostuvo Gatilov.

Las diferencias sobre Guerguerat posponen la votación sobre el Sahara Occidental

La falta de consenso, especialmente relacionada con la crisis en Guerguerat, obligó a posponer –en principio para ayer– la votación relativa al Sahara Occidental en el Consejo de Seguridad de la ONU, prevista para el jueves.

La resolución propone prorrogar un año la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) y apoyar la reanudación de las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario.

Sin embargo, la situación en Guerguerat, en el extremo sur del Sahara Occidental y escenario de tensiones en los últimos meses, se ha convertido en el obstáculo principal en las discusiones.

La crisis comenzó a raíz del asfaltado de una carretera iniciadas por Rabat y consideradas por el Polisario como una violación del alto el fuego firmado en 1991.

Las dos partes desplegaron fuerzas armadas en la zona, pero Marruecos las retiró en febrero a instancias de la ONU. El Polisario continúa allí y considera que la solución debe llegar con un acuerdo entre las dos partes.GARA