Siempre nos han estado contraprogramando en la duda razonable sobre las corridas de toros con la aseveración de que en Ipar Euskal Herria y en gran parte de todo el sur del Estado francés del Atlántico al Mediterráneo hay un afición fiel, muchas ferias, alguna ganadería de bravo, toreros de distinta categoría y caballistas allí establecidos, demás de críticos, exégetas, empresarios y representantes. Hasta se nos deja caer que existe una apuesta de parte de una intelectualidad trasnochada defendiendo esa actividad tan anacrónica, ese ritual de maltrato y muerte de un bóvido de primer nivel con cuatro años frente a miles de individuos que se dejan llevar por los bajos instintos, el miedo, la crueldad, la sangre y una mitología que soporta una estética caduca que retrata otras épocas.

Pues bien les recomiendo de manera absoluta a todos los antitaurinos, a los animalistas de toda especie que vean la magnífica campaña que han emprendido los miembros de FLAC que es la Federación Francesa de Lucha para la Abolición de las Corridas. Es impresionante porque para intentar reflejar lo fuera de la Historia que está este espectáculo sanguinario enfrentan a los toreros a dinosaurios, exactamente a  velociraptors, en un trabajo audiovisual, un corto, que está causando furor en las redes, y quieren conseguir más de treinta millones de amigos para que se acaben con las corridas de toros en el Estado francés.

Es impactante porque está claro que responde lo de los toros a otro tiempo, a otra estética y con este trabajo se detecta claramente lo anacrónico que tiene ir vestidos de esas maneras, con espadas y lanzas, para sacrificar a un bello animal. Ojalá lo logren o al menos consigan concienciar a un amplio espectro social. Como lo han conseguido en Catalunya, en Canarias y en otros lugares donde se están dando los pasos hacia la abolición.