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May augura una dura negociación sobre el Brexit tras la postura de la UE

Theresa May admitió ayer que la postura adoptada por los líderes de la UE sobre las «líneas rojas» del acuerdo de divorcio con Reino Unido, que ha supuesto un inesperado acicate para la reunificación de Irlanda, augura que se avecinan duras negociaciones y reiteró que una falta de acuerdo será mejor que cerrar el proceso con «uno malo».

La primera ministra británica, Theresa May, se mantuvo ayer inflexible sobre sus prioridades en vísperas de iniciar, tras las elecciones anticipadas del 8 de junio, las negociaciones con Bruselas para la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), que auguró que serán duras tras la postura adoptada por los líderes comunitarios en la cumbre del sábado en Bruselas, en la que avalaron la permanencia del norte de Irlanda en el seno del bloque tras el Brexit en caso de reunificación de la isla.

En una serie de entrevistas con medios británicos, May, que está inmersa en la precampaña electoral, reiteró que prefiere acabar las conversaciones sin acuerdo que con «uno malo» y eludió aceptar las fases de negociación establecidas el sábado por los Veintisiete. También negó que habite en una «realidad paralela» o una «galaxia diferente», como supuestamente opinan los líderes comunitarios, según una noticia publicada ayer por “The Sunday Times”. El diario recogía el asombro de los asistentes por las demandas planteadas por May el miércoles al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y al primer negociador del Brexit, Michel Barnier, a quienes pidió «un esquema detallado» del futuro acuerdo comercial bilateral antes de que Londres se comprometa a pagar la factura por su retirada del bloque y por los desacuerdos sobre los derechos de los comunitarios.

May aseguró a Andrew Marr en la BBC: «No estoy en una galaxia diferente». E insistió en que se necesita un liderazgo fuerte y estable para llegar llevar a cabo las negociaciones y obtener el «mejor acuerdo».

En otra entrevista con ITV, dijo que continúa creyendo que es mejor concluir la negociación con la UE sin acuerdo que con «uno malo», algo que preocupa especialmente al mundo empresarial británico. Y aseguró estar dispuesta a abandonar las conversaciones cuando las exigencias de Bruselas le resulten inaceptables.

Acicate para la reunificación

Aunque desde el referéndum de junio de 2016 no han faltado los análisis sobre las consecuencias del Brexit, poco se podría pronosticar que acabase actuando como inesperado acicate para la reunificación de Irlanda, que permanecería sin problemas en la UE al ya estar ya así previsto en los acuerdos de paz de Viernes Santo.

Fuentes del Consejo Europeo explicaron a Efe que la institución «es consciente de las implicaciones del acuerdo de 1998, que abre la puerta a la reunificación de Irlanda por vías democráticas y pacíficas, y que, en ese sentido, los Veintisiete avalan que de acuerdo al derecho internacional, el territorio de una Irlanda reunificada sería parte de la Unión Europea».

En la cumbre extraordinaria del Brexit del sábado, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, presentó una declaración con el objetivo de preparar el terreno para que, en caso de la reunificación de Irlanda, se produzca una fácil adhesión del norte de Irlanda a la UE, una petición a la que dieron luz verde sus socios europeos.&discReturn;

Dentro y fuera de Irlanda temen que el establecimiento de una frontera «dura» torpedee la frágil paz y estabilidad en la región, que ha conseguido dejar atrás 30 años de conflicto.

El líder del Fianna Fáil, Micheál Martin, declaró que la combinación del Brexit, la perspectiva de una Escocia independiente, y la incertidumbre constitucional en el norte de Irlanda –donde Sinn Féin ha aumentado sus escaños– hacen cada vez más atractiva la perspectiva de una reunificación irlandesa.

Sea como sea, en la situación actual, los Veintisiete se muestran firmes a la hora de mantener la frontera del norte de Irlanda como una de las priorida- des en las negociaciones del divorcio con Gran Bretaña, una línea roja sobre la que toda la UE se mantiene unida.