Joseba VIVANCO
Athletic

El mejor homenaje, la victoria

Los rojiblancos, con Balenziaga disponible, tendrán que tener paciencia para imponerse a un Leganés al que cuesta hacerle goles.

Hoy no será un día cualquiera. La manida aseveración de que solo vale la victoria cobra un significado tan realista que nadie quiere pensar que no será así. Necesidad aliñada de las suficientes dosis de sentimentalismo en el adiós de Gorka Iraizoz que envuelven a este encuentro de un aura de partido grande, de los que nadie quiere perderse y en los que nadie debería moverse de su asiento hasta que ni siquiera esta vez el árbitro diga la última palabra. Porque esa la tendrá el arquero navarro al que se le tributará un merecido homenaje, esperemos, tras quedarse los tres puntos en casa. Pero las despedidas y homenajes serán para después de los noventa minutos. Esa es la consigna para esta noche en San Mamés en la que el Athletic tendrá como rival a un equipo que se juega la permanencia pero que no le pone las cosas fáciles a nadie. Un Athletic necesitadísimo de los tres puntos para mantener viva la lucha por los puestos que dan acceso directo a Europa League, que deberá tirar de pico y pala para superar a un Leganés que defensivamente siempre está muy bien armado y pertrechado de la mano de Asier Garitano.

Un encuentro en el que la grada debería jugar también su propio partido, sobre todo porque se espera la presencia de medio millar de seguidores pepineros y será uno de esos días en que la afición local tendrá que hacerse oír. Eso y ser paciente, porque si el choque discurre por los cauces previstos, el Athletic llevará la batuta, la iniciativa, en tanto su rival cerrará espacios con su habitual 4-4-2 cuando defiende a la espera de una salida rápida. Descerrajar ese planteamiento de los madrileños será clave y cuanto antes mejor, porque el ‘Lega’ es un conjunto que se asienta en confianza cuando consume los minutos con su meta a cero. Por algo es de los menos goleados de la Liga, aunque no gane a domicilio desde hace mucho tiempo. Por contra, es un equipo al que le cuesta mucho hacer diana. «Espero a un equipo que vendrá dispuesto a defenderse y a intentar contraatacar con gente rápida, que la tiene», describió Ernesto Valverde lo que espera del contrario hoy. «Habrá que apretar», insistió en avisar.

El técnico rojiblanco podrá contar con Balenziaga, con alguna contusión, así que habrá que suponer su titularidad. La ausencia más notable será la de Laporte en la defensa, donde Txingurri deberá optar entre Bóveda y Etxeita. Media hora antes del choque se dilucidará la incógnita de la portería, cuando los porteros salgan a calentar, aunque parece poco probable que sea Iraizoz el elegido. Otra posición que puede suscitar dudas es la de la banda derecha, donde ha venido eligiendo a Susaeta en casa y quién sabe si podría reservar a Williams como revulsivo en caso de que el partido se atasque demasiado.

No será un día cualquiera. San Mamés lo sabe. Y para que todo salga redondo el mejor homenaje a Gorka Iraizoz será el de brindarle una victoria.

Partido de despedidas, ¿cuántas?

Gorka Iraizoz dice adiós a San Mamés esta noche. Es lo único fijo en cuanto a despedidas que se sabe a falta de una semana para el final de la Liga. Los nombres de Saborit, Elustondo y Eraso están también encima de la mesa, sobre todo de los dos primeros, que acaban contrato y de momento no hay novedades sobre ellos. Pero la grada rojiblanca no perderá de vista tampoco al área técnica bilbaina, porque podemos estar ante el último partido de Ernesto Valverde delante de su público. Parece que la incógnita se revelará una vez el equipo haya alcanzando o no sus objetivos, sea esta jornada o la que viene. Pero tampoco podemos olvidar que hay algún jugador que tendrá este verano ofertas suculentas, caso de Williams, que no se irá, y veremos qué sucede con un Laporte –que hoy no juega por sanción– que quiere estar en el Mundial ruso de 2018 y eso solo pasa, para él, por jugar Champions la próxima temporada. J.V.